El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Pamplona ha condenado al Banco Popular a reintegrar 4,5 millones de euros a un empresario riojano afincado en Navarra que contrató dos productos muy complejos y de alto riego -contratos financieros atípicos (CFA)-.
La sentencia, desvelada por el diario El País, apunta que el cliente de este banco era “merecedor del mayor grado de protección”, ya que tenía la consideración minorista y no recibió información adecuada. La decisión ha sido recurrida.
Tras vender una compañía familiar, este empresario riojano (prefiere no desvelar su nombre) perdió todo su dinero y acabó con una deuda cercana a los dos millones de euros por esta operación bancaria. Además, tardó varios años en descubrir que estaba totalmente arruinado.
“No es de recibo que un cliente bancario que vende su participación en su empresa por 4,5 millones de euros, cinco años más tarde se encuentre en esta situación. Para que le sean imputables tales consecuencias debe estar perfectamente probado que el banco le informó exquisitamente de los riesgos del producto (…) no cabe sino concluir que la información fue deficiente y que el consentimiento del actor a la hora de invertir estaba por ello viciado”, recoge la sentencia publicada por El País.
‘Valores Santander’
El pasado mes de octubre se conocía otra sentencia similar. En esta ocasión, el juzgado de Primera Instancia número 3 de Santander dictó la primera y única sentencia estimatoria de una demanda colectiva de algunos suscriptores que contrataron ‘Valores Santander’ en varios lugares de España (entre ellos, Santo Domingo de la Calzada) en septiembre de 2007.
La magistrada encargada de juzgar la causa consideraba probado que las explicaciones sobre el producto fueron “insuficientes” y “confusas”, pudiendo comprobarse que “los comerciales eran incapaces de explicar el precio de conversión en el que se adquirirían las acciones en las que se transformaba necesariamente el producto”.
