El juzgado de Primera Instancia número 3 de Santander dictó la semana pasada la primera y única sentencia estimatoria de una demanda colectiva de algunos suscriptores que contrataron ‘Valores Santander’ en varios lugares de España (entre ellos, Santo Domingo de la Calzada) en septiembre de 2007.
Es la primera vez que un juzgado estima una demanda colectiva de estas características, en donde los suscriptores adquirieron el producto financiero de alto riesgo y muy complejo. “La dificultad de este tipo de procedimientos -detalla el bufete que cursó la demanda colectiva- es que hay que demostrar que la venta del producto fue engañosa y sin la información suficiente en cada una de las distintas contrataciones”, lo que en definitiva determina que se deban anular.
A raíz de esta sentencia, los suscriptores han podido recuperar el importe íntegro de su inversión más el interés legal, estando el banco demandado condenado además a pagar las costas judiciales.
Explicaciones “insuficientes y confusas”
La magistrada encargada de juzgar la causa considera probado que las explicaciones sobre el producto fueron insuficientes y confusas, pudiendo comprobarse que los comerciales eran incapaces de explicar el precio de conversión en el que se adquirirían las acciones en las que se transformaba necesariamente el producto.
Valores Santander se comercializó de forma masiva entre 129.000 suscriptores en septiembre y octubre del año 2007, provocando pérdidas del 50% de la inversión cuando cinco años más tarde (en octubre de 2012) lo invertido se transformó obligatoriamente en acciones del Banco Santander a un precio desproporcionado de 12,96 euros (cuando en el mercado cotizaban a 5,60 euros).
Desde Juristica, un despacho de abogados especializado en reclamaciones de Valores Santander, se estima que solo un 4% de los suscriptores ha planteado demanda en los Juzgados y recomiendan demandar antes de que se cumpla el plazo de prescripción absoluta en una año.
