La Rioja

La ocupación hotelera de Logroño se desplomó durante septiembre

No es la primera vez que el sector servicios riojano subraya que, para sus profesionales, es septiembre el mes en el que están llamados a hacer su agosto. La ausencia de costa en la región y, sobre todo, la acumulación de fiestas patronales en prácticamente todo su territorio convierten al noveno mes del calendario en el periodo en el que hoteleros y hosteleros se la juegan.

En este sentido, los datos oficiales deberían poner en alerta a los hoteles de la capital riojana, ya que reflejan una caída acentuada mientras los del resto de la región presentan tímidos síntomas de mejoría. Porque aunque en la recta final de septiembre Logroño vive con intensidad los sanmateos, los visitantes parecen optar por otro tipo de alojamientos.

No en vano, el grado de ocupación de plazas hoteleras en la capital y su área metropolitana cayó en ocho puntos respecto a los del mismo periodo de 2017, al mismo tiempo que los del resto de la comunidad crecieron (poco, eso sí) por tercer ejercicio consecutivo. La tendencia es aún peor al contemplar los registros específicos de los fines de semana, donde la ocupación acumula una caída del 11% desde 2016. Durante el mismo periodo, los hoteles del resto de la región aumentaron su demanda un 3%, si bien se sitúa por debajo de los niveles del cinturón de Logroño.

En los datos relativos al número de pernoctaciones las sensaciones son aún peores en el área metropolitana de Logroño. De un año para otro, han dejado de dormir en el cinturón urbano de la capital un total de seis mil personas, lo que representa una caída del 11%.

En el resto de la región, en cambio, las pernoctaciones de septiembre también acumulan tres ejercicios consecutivos de incremento. Respecto al pasado año, han sido 1.067 los visitantes que se han animado a pasar la noche en alojamientos riojanos (excluyendo los de Logroño), esto es, un 6,7% más que doce meses atrás.

Por último, las estadísticas también reflejan una notable caída de viajeros en el entorno de la capital riojana, pese a que en el resto de la región ha crecido muy tímidamente de un septiembre a otro. En Logroño han sido 2.987 los turistas ‘desaparecidos’ de un año para otro (-8,7%), al mismo tiempo que la comunidad ‘ganaba’ 625 (+2%).

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