El Rioja

Monsieur Justo Rodríguez, c’est magnifique!

El fotógrafo logroñés Justo Rodríguez expone sus imágenes en la gran fiesta de la vendimia de Borgoña

A mil kilómetros de La Rioja, en el corazón de la Borgoña, la vetusta villa de Chalon-sur-Saône acoge este fin de semana la Paulée de la Côte Chalonnaise: una fiesta para celebrar que la vendimia ha terminado y rendir culto al vino, pero con ese aroma francés que todo lo convierte en algo elegante. Las catas, las exposiciones y los conciertos llenan de ambiente las calles a orillas del río Saône.

Un riojano se ha dejado caer por allí. No es que haya escuchado la palabra fiesta para coger carretera y manta sino que es uno de los tres protagonistas de la muestra de imágenes en la calle de la decimonovena edición de esta celebración. El fotógrafo logroñés Justo Rodríguez comparte ‘cartel’ con el Master of Wine británico Tim Atkin (publica un reportaje en Borgoña igual que en Rioja) y con el francés Michel Joly, uno de los paisajistas vitícolas más reconocidos al norte de los Pirineos.

En la ciudad que vio nacer a Joseph Nicéphore Niépce, considerado el padre de la fotografía porque consiguió desarrollar con éxito el primer proceso fotográfico exitoso que se conoce, Justo Rodríguez expone una colección de imágenes ‘vendimiadas’ en Rioja en las que muestra las viñas y el vino de la región mientras juega con la luz: “Los amaneceres y los atardeceres son los protagonistas”.

El fotógrafo logroñés ha sido recibido en el Ayuntamiento, que allí llaman Hôtel de Ville, por el alcalde Gilles Platret. Junto a Tim Atkin y Michel Joly, Justo Rodríguez ha conocido de primera mano esta fiesta en la que bien podría fijarse La Rioja para dar a conocer sus vinos: “Forma parte de la vida de aquí porque esto es la Borgoña. Me sorprende mucho que son varias denominaciones y quieren dejarse ver más todavía. ¿Qué tiene que promocionar Borgoña que no haya hecho ya? Pues todavía quieren más”.

Se refiere el fotógrafo de JPEG Estudio a las pequeñas ‘denominaciones’ que tiene la Côte Chalonnaise, donde él se encuentra (Bouzeron, Givry, Mercurey, Montagny, Rully y Crémant), que a su vez es una región más dentro de la Borgoña. “Y hacen buen vino”, reconoce a los pies de la catedral Saint-Vincent este casijoven riojano, quien disfruta de una copa de tinto francés después de visitar el museo de Joseph Nicéphore Niépce y antes de acudir a la procesión de las hermandades.

Más confesiones. “Esto es un empujoncito para mí y espero que también para el estudio”, apunta el también colaborador del diario La Rioja, ya que han sido los propios vignerons de Chalon quienes han elegido sus imágenes para ilustrar su fiesta más importante. ¿Alguna idea para llevarse a La Rioja? Lo tiene claro: “Quitarnos los complejos que tenemos. No tenemos la escenografía francesa, la nuestra quizás es más modesta, pero nuestros vinos se pueden codear con cualquier región vinícola del mundo”.

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