Ahora que el dispositivo especial de temporeros se ha dado por clausurado desde la Mesa de la Pobreza de Logroño, no son pocos los vecinos que se preguntan cómo es posible que alrededor de un centenar de trabajadores tengan que dormir en la calle cuando, por Ley, el empleador tiene la obligación de ofrecerle manutención y alojamiento.
Es en este momento cuando las miradas se dirigen a la Administración y las dudas navegan en torno a si está haciendo todo lo suficiente para evitar esta situación. Una situación que, en el hipotético caso de que todos los actores de la vendimia respetaran las normas no se daría.
Por tanto, la eficacia de la Inspección de Trabajo se antoja capital para que escenas ya clásicas como las de bultos apilados en la estación de autobuses y personas durmiendo en cajeros no vuelvan a repetirse.
Pero, ¿cómo actúa la Inspección y cómo se coordina con las distintas Administraciones? No es una cuestión sencilla porque, tal y como explica el director general de Trabajo del Gobierno de La Rioja, Julio Herreros, “depende jerárquicamente del Estado, pero funcionalmente lo hace de la autoridad laboral y eso sí es competencia de las autonomías”.
Por ello, en el mes de noviembre todos los actores implicados en velar por el cumplimiento de la legislación laboral (cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Inspección de Trabajo, Delegación del Gobierno, Seguridad Social, Gobierno de La Rioja y algunos ayuntamientos) se sientan en torno a la misma mesa para definir el plan de actuaciones a desarrollar durante la próxima campaña.
Herreros detalla que, en La Rioja, el grueso de las inspecciones comenzó hace unos diez días. Los inspectores, acompañados de agentes de la Guardia Civil para evitar situaciones violentas, se presentan en las viñas, pero no lo hacen de forma aleatoria. “La Inspección va donde los datos cruzados por las distintas Administraciones nos dicen que puede haber sospechas de fraude”, explica, subrayando que “los inspectores tienen que conseguir evidencias y no siempre es sencillo sustentarlas jurídicamente”.
Por citar un ejemplo práctico, el personal de Inspección del Trabajo cruza variables como el volumen de uva recogida en una parcela, el número de trabajadores contratados para vendimiarla y las cotizaciones de los mismos. Si la relación entre estos factores resulta ilógica, los inspectores deciden acudir ‘in situ’ a recoger pruebas. Además, las inspecciones no se desarrollan solo durante estas fechas, sino que en otros momentos del año -como la espergura en primavera- también se vigilan los viñedos para evitar fraudes.
87.000 euros en sanciones
La labor desarrollada por los inspectores durante la presenta campaña sigue abierta y, por tanto, no es posible conocer el número de actuaciones y expedientes iniciados en la región. En cambio, sí los hay de los dos ejercicios precedentes, que pueden tomarse como referencia, aunque “la tendencia es a que cada año los agricultores hacen las cosas mejor”.
En las vendimias de 2016 y 2017 se abrieron 22 expedientes de infracción, cuyo importe total se eleva por encima de los 325.000 euros. En concreto, de esos 22 informes, dieciocho están ya resueltos, con sanciones firmes por un montante de 86.629 euros y sanciones recurridas por 95.628 euros.
Los cuatro restantes están suspendidos, lo cual no significa que se les haya dado carpetazo. Cuando, por diferentes causas, la Inspección no puede seguir avanzando en la investigación, deja el expediente en suspenso para ‘detener el tiempo’ e impedir que los posibles hechos punibles puedan prescribir.
El último golpe
El último episodio relacionado con mafias de temporeros se produjo hace solo unos días en Rioja Baja, donde la Guardia Civil detuvo a tres hombres de nacionalidad rumana por explotar a otros 44 compatriotas. Esta actuación, en cambio, no ha llegado ni siquiera a la Dirección General de Trabajo.
Y es que, aunque el instituto armado ha desarrollado sus diligencias de instrucción, el expediente sigue abierto y “nosotros intervenimos en el inicio del proceso y en su conclusión, que es cuando se imponen las sanciones.
