La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior ha ordenado el traslado del etarra Jagoba Codo Callejo de la cárcel de Castellón II a la de Logroño, según ha confirmado el propio Gobierno a las asociaciones de víctimas y ha publicado El Correo. Fue condenado por pertenencia a banda armada y depósito de armas, aunque no tiene delitos de sangre y se había desvinculado de ETA.
Tras ingresar en prisión en el año 2001, Jagoba Codo ya ha cumplido tres cuartas partes de su condena (finaliza en 2020). En marzo de 2017 le fue concedido el segundo grado penitenciario después de renunciar al terrorismo, ya que el juez sostenía que “el pronóstico de reincidencia es bajo”, pese a considerar que “es cierto que el escrito del interno guarda cierta equidistancia con las víctimas, a las que ni siquiera menciona”.
“Todos tenemos el derecho y el deber de recordar, homenajear y llorar a los suyos. Nadie es ajeno al dolor, ni al sufrido, ni al causado y penalmente lo estoy pagando. Creo que queda clara mi posición personal en el reconocimiento del dolor ajeno causado, así como mi renuncia a la utilización de la lucha armada en el futuro”, señaló el recluso en una carta enviada a la Audiencia Nacional.
Segundo traslado
El pasado 13 de septiembre, se conocía otro traslado a la cárcel de Logroño desde Castellón (en este caso, I): Marta Igarriz, quien llevaba en prisión desde el 11 de abril de 2005, habiendo cumplido las tres cuartas partes de la condena de 15 años y seis meses que le fue impuesta por tenencia de explosivos y colaboración con banda armada.
