La Rioja

El misterio ‘crónico’ de los malos olores en el octubre logroñés

El mal olor de este viernes no procede del trujal de Viana y, curiosamente, hace justo un año se vivió una situación idéntica

Aquí huele a muerto… pues yo no he sido. De un tiempo a esta parte, las tradiciones se van renovando en Logroño. A los pocos días de quemar la cuba en San Mateo se reactiva la vuelta al cole, nos ponemos la chaqueta y nos tapamos la nariz. Porque los malos olores forman parte del paisaje otoñal más precoz y, lo peor de todo es que no existe una única causa identificada para ellos.

Este viernes buena parte de la capital riojana -la zona este, principalmente- se preguntaba de dónde demonios procedía el pestilente aroma que inundaba la ciudad y muchos dedos apuntaban hacia la vecina Viana. Allí, a tres kilómetros de la localidad navarra y a dos del Polígono Cantabria, se encuentra el secadero de alperujo Hacienda Ortigosa. No es la primera vez que sus emisiones impregnan el aire de Logroño, pero esta vez no parece tener la culpa del “vomitivo” olor.

Responsables de la instalación han confirmado a NueveCuatroUno que la fábrica lleva cerrada desde el lunes para efectuar “labores de mantenimiento tras detectar una avería en la maquinaria”. Por tanto, si el olor procede de ahí debe tener efecto retardado. “Últimamente se nos están achacando todos los olores que hay en Logroño y ya nos parece excesivo”, se lamentan desde el secadero.

Pero volvamos al terreno de las tradiciones. Hace justo un año (no es una forma de hablar, ocurrió el 5 de octubre) la capital riojana vivió un episodio idéntico. Las quejas por el mal olor se propagaron por la ciudad y, de nuevo, el foco de las miradas se centró en Viana. Pero no, entonces el secadero también se encontraba cerrado, si bien sus gestores no recuerdan la causa exacta del parón. Del “huele más a estiércol” de hace un año al “huele a caca”… El día de la marmota.

Algunas fuentes apuntan a que el olor de las emisiones de orujo podrían ‘esconder’ al generado por algunas granjas y vaquerías de parcelas ubicadas extramuros de Logroño, si bien no existe ningún documento oficial que confirme o desmienta esta teoría.

Trujal de Viana | Foto: Geroa Bai

Trujal de Viana | Foto: Geroa Bai

A la espera de un informe olfatométrico

Las reiteradas quejas por las emisiones del secadero Hacienda Ortigosa (emitidas tanto a  nivel particular como por parte del Ayuntamiento de Logroño y el Gobierno de La Rioja) hicieron que el departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra encargara un informe detallado sobre sus emisiones, al que ha tenido acceso NueveCuatroUno.

En ese documento se detallan todas las inspecciones desarrolladas sobre la instalación de Viana, datada la última el pasado 8 de septiembre, y se especifica que “en una ocasión se ha requerido a la empresa el cese temporal de la actividad”, del 25 al 28 de mayo. Además, “se ha reiterado” el requerimiento a sus responsables que “adopten una serie de medidas y propuesta de actuaciones”.

Como conclusión, el informe del Gobierno de Navarra señala que “para solucionarse definitivamente la problemática descrita, la empresa precisa adoptar nuevas medidas para evitar afecciones en el entorno, siendo el estudio olfamétrico pendiente de realización el que dede definir su alcance”. Ese estudio no se ha realizado aún. No obstante, desde Hacienda Ortigosa aseguran que “no tiene fecha, pero está ya presupuestado”.

No obstante, desde el secadero se ha intentado prescindir del uso de hueso de aceitunas como combustible. Esto -detalla el informe navarro- “ha reducido las emisiones de partículas, aunque no en una cuantía suficiente y sin que haya tenido como consecuencia una menor afección de olores”.

¿Hay solución?

Finalmente, el documento redactado por la Administración navarra subraya que “la empresa está analizando las distintas opciones técnicas que pueden implantarse, aunque no hay experiencias definitivas en el sector”.

De hecho, el Gobierno Foral indica que se han mantenido contactos con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, ya que en esa comunidad existe “un número importante” de instalaciones similares a la vianesa. Por todo ello, Navarra concluye que “no se ha considerado -salvo en las fechas antes citadas- pertinente el cese de la actividad por la relativa baja incidencia de los episodios de olores detectados, a la espera de implantarse una solución definitiva”. Esperemos, pues, y recurramos a la colonia mientras llega esa solución.

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