El Rioja

La tataranieta del fundador de La Rioja Alta, de vendimia histórica en Japón

La tataranieta del fundador de La Rioja Alta, de vendimia histórica en Japón

En Japón probablemente Ardanza suene a lo mismo que a un riojano cualquier apellido relacionado con el sake, es decir, a un nombre ‘raro’. Pero para los riojanos decir que la tataranieta de uno de los fundadores de bodegas La Rioja Alta está en Japón realizando la vendimia por de pronto supone una sorpresa. Estrella Ardanza, ingeniera agrónomo, llegó a tierras niponas en marzo, como cuenta a NueveCuatroUno su padre Alberto. “Allí está trabajando en la vendimia que tiene un ciclo vegetativo similar al español: empezaron a finales de agosto en algunas fincas y terminarán a finales de octubre”, explica.

La joven riojana, de 25 años, aterrizó en marzo en los campos japoneses tras concluir un máster de la materia en la universidad inglesa de Cranfield, donde entabló contacto con el francés Romain Weinstock. El enólogo galo dirige la actividad en la bodega Coco Farm Winery (en Ashikaga, al noroeste de Tokio), en la que Estrella Ardanza está desarrollando su experiencia, junto a otra joven francesa, Matilde.

Allí está descubriendo algunas de las singularidades de la cultura nipona. “Por más que lo ve a diario, cuando hablamos le sigue sorprendiendo la pulcritud con la que se realiza todo: desde cómo entran de limpias las uvas del campo, como lo impoluta que está la bodega en plenas vendimias, ¡todo está impecable!”, relata su padre.

Pero no es un año más en el mundo de la viticultura y enología japonesa. “Es una cosecha histórica: la primera en la que se ha adoptado el modelo europeo de denominaciones de origen en Japón, de forma que para poder embotellar un vino con D.O. es obligatorio usar al menos el 85% de uva local; hasta ahora se funcionaba allí con graneles importados”, precisa Alberto Ardanza-Trevijano.

Variedades autóctonas y también de origen francés

De un país del que principalmente se conoce la bebida hecha a base de arroz, el sake, llama la atención la presencia también de viñedos. Estos están sobreelevados, tipo albariño, “porque el índice de humedad es muy alto y así están más aireados y con ello se pueden evitar enfermedades”, apunta el padre de la joven.

En cuanto a las variedades, “tienen una autóctona más conocida, el koshu, que es como una garnacha clara, también el muscat bailey, pero además funcionan con muchas variedades de origen francés como tannat, merlot, cabernet sauvignon, chardonnay…”, añade Alberto. Su hija le mantiene al tanto de todo. “Suele mandar fotos de dónde está vendimiando: empiezan muy pronto, al amanecer, que como allí es antes, suele ser en torno a las 6”.

Otra de las dudas es cómo se lleva a cabo la crianza. “Utilizan barricas bordelesas, como en Rioja, de hecho tienen barricas de la tonelería Magreñán de Alfaro”, cuenta. Antes, lo que es la fermentación, se realiza en depósitos de acero inoxidable, “algo más pequeños que los nuestros”, y también algo en fudres de madera, y poco a poco se está sumando la tendencia de hacerla en “ánforas, en barro”.

Con todos estos ingredientes surge una cuestión: ¿de cuánta producción hablamos en la bodega donde está la joven riojana? “Un millón de botellas, que se consumen principalmente en el mercado local, con algo de exportación en Corea del Sur y China”.

Y una pregunta final… ¿El futuro de Estrella Ardanza en Japón? “Es probable que a principios de año se vaya a Australia para llevar a cabo la vendimia allí…”, reconoce su padre. Del país del sol naciente, a las antípodas, con el Rioja en el horizonte.

[aesop_gallery id=”73117″ revealfx=”off” overlay_revealfx=”off”]

Subir