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Carlos Coloma, decimoctavo en el Mundial de Lenzerheide

No fue la mejor tarde de Carlos Coloma. En su vigésima participación mundialista consecutiva, el riojano finalizó en el puesto 18, con algo más de tres minutos perdidos. En la prueba disputada en la ciudad suiza de Lenzerheide, el de Albelda de Iregua salió rezagado desde la primera vuelta, no pudiendo seguir en ningún momento el ritmo de los mejores.

El arranque fue fulgurante, ya que el suizo Schurter se marchó en cabeza de carrera, acompañado rápidamente por el italiano Kerschbaumer. Ambos iban a consolidarse al frente durante todo el evento, con ventajas crecientes. Por su parte, el suizo Florian Vogel trató de recuperarse de su mal comienzo, situándose pronto dentro del top-10.

Por detrás, el holandés Van der Poel intentó acercarse, llegando a colocarse a unos doce segundos. Rápidamente, suizo e italiano reaccionaron para dejarle atrás y jugarse entre sí el campeonato. Los líderes privaron a los demás riders de la primera y segunda plaza, abriendo prácticamente un minuto sobre el tercero en discordia.

Así transcurría la carrera y en el sexto giro Van der Poel pasó a 37 segundos de la cabeza. Por detrás, Avancini y Carot cambiaron el ritmo para tratar de tener opciones de bronce. Sin embargo, el de Países Bajos supo manejarse en tierra de nadie.

En otro frente, Schurter, vigente campeón mundial, atacó a Kerschbaumer buscando llegar en solitario. El transalpino le aguantó el pulso en primera instancia, pero finalmente Nino Schurter demostró su clase y logró sacar unos metros. A la postre, ese cambio progresivo de ritmo le sirvió para ganar y disfrutar de un baño de masas ante su afición. Por detrás, Kerchbaumer fue plata, mientras que Van der Poel se quedó la medalla de bronce.

Triunfo soñado y esperado para el gran favorito y el mejor del momento. Con el añadido además de ser en su Suiza natal, en medio de una enorme expectación, con docenas de compatriotas abarrotando el circuito de Lenzerheide. En este país, el mountain bike es casi una religión. Tres de los seis primeros clasificados han sido helvéticos.

Tras la carrera, Carlos Coloma reconocía que no había podido lograr su objetivo que era estar entre los ocho primeros, ya que la salida le había lastrado. Sin embargo, optimista como acostumbra, Coloma alentaba a verse de nuevos las caras el próximo año.

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