El Rioja

Los viticultores franceses podrán utilizar redes ‘antigranizo’

Junto con las enfermedades fúngicas, los agricultores temen al pedrisco como a  una vara verde. Episodios como los registrados en este arranque de julio en parcelas de la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja ponen en peligro, cuando menos, el volumen de producción de la añada. Y todo, en un puñado de minutos.

Es ese un riesgo que ya no quieren volver a aceptar los viticultores franceses, que desde el pasado 20 de junio están autorizados a ponérselo un poquito más difícil a la ‘piedra’, con la instalación de redes ‘antigranizo’. Fue la fecha en que el Institut National de l’Origine et de la Qualité (INAO), organismo público tutelado por el Ministerio de Agricultura galo, levantó el veto al uso de estas infraestructuras en parcelas amparadas por una denominación de origen.

Esta herramienta no es sino un entramado de malla vertical que protege a la planta de los impactos del pedrisco a la altura del grano, sin mermarle la recepción de luz solar ni, por supuesto, de aguas pluviales. El INAO considera que estas redes tienen “solo una influencia muy limitada en el clima local de la vid y no modifica de manera artificial ni sustancial las características fundamentales del entorno natural en cuestión”.

Redes instaladas a título experimental en Borgoña. FOTO: @VinsdeBourgogne (Twitter)

Ese dictamen es el resultado de un experimento desarrollado a lo largo de tres años en viñedos de la Confederación de Denominaciones de Enólogos de Borgoña (CAVB). En 2015, cansados de enmendar año tras año los efectos del granizo, los viticultores solicitaron a la INAO la autorización para instalar este mecanismo en treinta hectáreas y analizar su influencia.

Así, mediante su estudio, los técnicos llegaron a la conclusión de que esta técnica “no perjudica la madurez de la uva, el desarrollo de la vid ni la calidad de los vinos”, si bien establecieron que “la presencia de las redes debe estar acotada en el tiempo para limitar el efecto de sombreado”.

Una vez emitida la autorización por parte del INAO, los viticultores deben solicitar al Ministerio la instalación de estas redes, en un trámite que la Administración se ha comprometido a gestionar “relativamente rápido”. En La Rioja, hasta la fecha, la instalación de esta infraestructura se desarrolla desde 2013 a título experimental en una parcela de peral de 0,59 hectáreas, en el término municipal de Entrena.

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