Basta con apreciar la seriedad en el tono de los agricultores para entender la dimensión de las tormentas que este viernes azotaron La Rioja en prácticamente toda su extensión. La lluvia, el viento y el granizo tuvieron su continuidad entrada la madrugada y este sábado, ya con el sol reinando en el cielo, llegaba el momento de evaluar daños.
Los términos municipales de Sorzano y Albelda han sido los más castigados por la piedra, a tenor de las estimaciones de los agricultores. José María Daroca asegura que “desde Lardero hacia Nalda los daños se hacen más notables”, indicando que “hay muchas parcelas donde las afectaciones seguro que no bajan del 90%”.
El viñedo, principal patrimonio de esta tierra, vuelve a ser el más afectado por el pedrisco. En el siguiente vídeo se aprecia, primero, cómo las fincas están completamente anegadas y, después, cómo la masa foliar y el grano se han visto severamente dañados por el granizo. El peral también se ha visto duramente castigado por las tormentas en la zona de Sorzano y Albelda.
Daroca señala que a estas alturas del año, los viñedos más castigados “no tienen enmienda posible y no llegarán a tiempo para la vendimia; ojalá me equivoque”. “No recuerdo un episodio como este, tan repentino y tan violento, en una zona tan generalizada”, afirma el expresidente del Consejo Regulador de la DOCa Rioja, quien sospecha que “antes de que empezara a llover tuvo que haber piedra seca”, a tenor de los daños que ha apreciado.
En la misma línea se expresa Luis Torres, coordinador sindical de UAGR: “Tal y como están el cereal, la viña y los frutales, ha hecho mucho daño desde Rioja Alta a Rioja Media, la comarca del Najerilla y algunas zonas de Rioja Baja”.
Viñedo afectado por el pedrisco en Murillo de Río Leza.
No solo la piedra ha castigado los cultivos. “El agua también ha causado muchos estragos por llevamos un año de muchísima humedad y se acrecientan los problemas derivados de los hongos”, apunta Torres. No obstante, comparando estos daños con los del año pasado, cree que “las heladas quizás castigaron más el terreno, porque no discriminaron y ocuparon una zona amplísima”.
“La piedra rompió lunas de vehículos”
Pese a la gravedad de los primeros efectos que se aprecian en el campo, el presidente de la IGP Pimiento Najerano prefiere ser optimista. “Para lo que cayó me atrevo a decir que poco ha pasado”, apunta ‘Chuchi’ Martínez Nalda, explicando que “el tamaño de la piedra era tremendo y el viento soplaba con una violencia inmensa”.
De hecho, cuenta a título de anécdota que “uno de los vehículos que se encontraban en la zona sufrió la rotura de la luna por el granizo y hay muchos coches completamente abollados”. En cambio, no ve con buenos ojos lo soleada que ha amanecido la jornada: “Ahora mismo, el sol es veneno para el campo, porque los daños que ha producido la piedra no cicatriza bien y puede provocar infecciones serias en la fruta”.
