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El Náxara pone el contador a cero ante su cita contra el Langreo

El Náxara ya ha olvidado el encuentro del pasado sábado ante L’Hospitalet. No se acuerda. Aquello no existió. Porque este sábado hay un nuevo reto en La Salera. Tanto o más importante que la cita ante el conjunto catalán. Porque obtener un buen resultado ante el Langreo (sábado, 18 horas) en el primer asalto de las semifinales del playoff es la única misión que contemplan los pupilos de Diego Martínez esta semana.

El técnico del conjunto riojano es claro al señalar que -aunque los catalanes fueran uno de los firmes candidatos al ascenso- el Langreo “es un rival completamente distinto a L’Hospitalet”, que “nos va a exigir cosas distintas y todo dependerá de cómo nos adaptemos a su planteamiento”.

Esas diferencias a las que alude el preparador son de estilo. Si ‘L’Hospi’ quería controlar el balón en todo momento, a los asturianos no es una circunstancia que les robe el sueño. El nuevo rival del Náxara sabe esperar el momento en el que su oponente baja la guardia para lanzar sus dentelladas, que pueden ser mortales de necesidad.

“Son un equipo muy rápido, muy rocoso pero que se despliega al ataque en un pestañeo y lo hace todos a una”, advierte Diego Martínez, subrayando que de cara a este sábado “hemos tenido que trabajar otra vez desde cero” para adaptarse al nuevo guion que se le presenta a su equipo. “Tenemos que ser valientes, mantener nuestras señas de identidad y, sobre todo, decidir cuándo adoptamos un estilo más combinativo y cuándo somos más directos en nuestro fútbol”, añade.

El Langreo es un equipo capaz de lo mejor y de lo peor. Lo demostró, sin ir más lejos, en la primera ronda del playoff. Parecía que el 0-3 que se trajo de Galicia le servía en bandeja su eliminatoria ante el Alondras. Pero el encuentro de vuelta fue diametralmente opuesto y acabó con idéntico resultado para llevar el cruce a la prórroga, donde los asturianos evitaron el desastre.

“Quien piense que será fácil, que no suba”

Ante L’Hospitalet el Náxara demostró que tiene la capacidad de resistir a las embestidas del rival y exprimir sus opciones en ataque. Ese sufrimiento bien entendido está en el ADN de un equipo que no pone límites a sus sueños. “Quien piense que va a ser sencillo, que no suba a La Salera”, sentencia su entrenador, quien admite que ya siente algo de “picorcito” ante la gran cita de este sábado.

Toda La Rioja futbolera apoyará entre los pinos al último de sus aspirantes al ascenso, para alimentar un sueño que ya vivió en la década pasada: colocar a tres de sus representantes en la categoría de bronce del fútbol español. La Unión Deportiva Logroñés y el Calahorra ya esperan a los najerinos en Segunda B. Y todo es posible en La Salera.

 

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