Las estrellas Michelin no se regalan y Francis Paniego ya tiene tres. Partiendo de esta premisa uno tiende a pensar que no existe un reto ante los fogones que un chef de su talla no sea capaz de resolver. Sin embargo, este sábado se le ha presentado al cocinero riojano un desafío imposible, que le ha hecho incluso plantearse dónde hay colocar la linde entre lo servicial y eso de que el cliente siempre tiene la razón.
Ponte en el pellejo del chef ezcarayense y disponte a preparar un menú con los siguientes condicionantes: no puedes usar frutos secos, mostaza, maicena, ajo, perejil, pimentón, curry, cúrcuma, azafrán, colorante, comino, eneldo; verduras en crudo ni fruta (salvo limón, lima, naranja y piña). Además de eso, tienes que cocinar las carnes y los pescados en una sartén completamente limpia.
Esas son las premisas que ha establecido un comensal (acompañado por una persona alérgica al pescado y el marisco, lo cual es más frecuente) con mesa en uno de los restaurantes que regenta Francis Paniego, que no se ha resistido a compartir su situación en las redes sociales.
En el texto que acompaña a la imagen, Paniego pide consejo a sus seguidores y se hace preguntas como “¿Hasta qué punto podemos asumir semejante responsabilidad? ¿Por qué hemos de variar toda nuestra logística y organización ante una situación así?”. El chef riojano avanza que “le daremos bien de comer”, si bien no oculta su malestar: “no me digan ustedes que la cosa no tiene narices”.
Y su indignación está justificada, a tenor al menos de los comentarios de sus seguidores. Entre ellos figura el de Juan Echanove (admirador confeso de la cocina de Paniego), quien señala que “si yo tuviera esos niveles de intolerancia alimenticia, no saldría de casa a comer”.
Estas son otras de las respuestas a la fotografía:
¡Madre mía Francis! Y yo me pregunto, ¿se puede disfrutar de un menú con tantos impedimentos? Y mira que yo también tengo alguna alergia, pero esto me hace preguntarme si merece la pena acudir a un sitio donde el disfrute será limitado… 🤷🏾♀️
— Raquel Pardo (@Raqueliquida) 7 de abril de 2018
Francis, si por casualidad te preguntan “estas joyas” de clientes ¿qué me pido? Se le podría responder: UN TAXI, jajaja. Uff
— ana cañadillas (@acanadillas) 7 de abril de 2018
Yo me hubiese disculpado en el momento de gestionar la reserva y explicado la imposibilidad de compaginar un menú gastronómico con tantas alergias. Con todos mis respetos, si no se puede, no se puede… basta de “exigir” personalizar todo. No hagamos de las excepciones la norma.
— Mr Inmenso (@mrinmenso) 7 de abril de 2018
Creo que te sale más rentable regalarle un bonito delantal de Ezcaray e invitarle a que innove en tu cocina. Dale la vuelta y que se ella la que te enseñe cómo lidia cada día con semejante panorama alimentario… 😬😜 Paciencia, ánimo y mucha suerte! 🍀
— Raquel Dávalos (@raqueldavalos) 7 de abril de 2018