La primera entrevista que ha concedido Pedro Sanz en 2018 deja tras de sí un buen puñado de titulares. El expresidente riojano entre 1995 y 2015 y actual vicepresidente primero del Senado se ha sentado cara a cara con Alfonso Diez en el programa ‘La Galería‘, que entrevista -citamos textualmente la descripción del espacio- a “grandes personajes de la política que ya viajan de vuelta tras haber vivido en primera línea situaciones que pasarán a la historia de nuestro país”.
En ‘La Galería’, Sanz comienza relatando sus orígenes, cuando “estuve 24 años de mi vida dedicado a compatibilizar la agricultura, el transporte y estudiar fuera de Igea; eso me enseñó lo que era la vida dura, el saberse ganar el plato del día a día”. “Con 8 o 9 años ya hacíamos alguna cosilla en el campo, como recoger las patatas, a los 18 ya tenía el carné de conducir el tractor y a los 21 me saqué el de camionero”, explica.
La vida de Pedro Sanz, en fotos
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El expresidente riojano estuvo cerca de no llegar a serlo, ya que “cuando estaba estudiando volví un día a casa y le comenté a mi padre que podíamos comprar un camión mayor y que yo dejara de estudiar”. Entonces, este le respondió: “Como me lo vuelvas a decir no vuelves a coger el volante del camión” y el desenlace es por todos conocido. No fue el único consejo que siguió de su progenitor: “Mi padre nos enseñó a disfrutar cuando ayudabas a los demás, que es la misión del político”.
Balance como presidente
La entrevista pasa a centrarse en las dos décadas en las que ocupó la máxima representación de La Rioja, la región más pequeña del país. “No por ser muy grande eres el mejor. A veces lo pequeño también tiene su valor y no cabe duda de que las grandes esencias se guardan en frascos pequeños; también el veneno, que ambas cosas son importantes en determinados casos”, explica Pedro Sanz mientras esboza media sonrisa.
A menor distancia, mayor cercanía, lo cual tiene sus pros y sus contras. “Aquí se rompe un cristal en el colegio de un pueblecito y son capaces de llamar al presidente de la comunidad”, subraya Sanz justo antes de analizar la batalla dialéctica cuerpo a cuerpo con las fuerzas de la oposición.
El actual vicepresidente del Senado afirma que “cuando no tienes follones con la oposición es porque no hay una buena oposición, ya que tú no eres perfecto. En la política debe haber alternativa y alternancia, pero ha de fraguarse desde la oposición”. “Lo malo que tiene una región tan pequeña es que a veces esas relaciones las llevamos al terreno de lo personal y en ese sentido tendría que arrepentirme de muchas cosas porque confieso que he sido muy duro”, se sincera, agregando que “los debates con la oposición han sido duros en determinados momentos; esas cosas se superan pero siempre dejan alguna herida y espero que cicatricen”.
En la recta final de la entrevista Sanz valora su actual cargo en la Cámara Alta: “Vivo más cómodo aquí que de presidente, eso sí es cierto; he ganado en calidad de vida y mi familia también”.
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