Universidad de La Rioja

Gonzalo Soriano, doctor con una tesis sobre el Parque Natural de Sierra Cebollera

Gonzalo Soriano Sancha ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis doctoral Efectos de la radiación ultravioleta en los briofitos: desde de los genes hasta el campo, por la que ha obtenido la calificación de sobresaliente ‘cum laude’ con mención internacional al título.

Desarrollada en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la UR, esta tesis ha sido dirigida por los catedráticos Javier Martínez-Abaigar y Encarnación Núñez Olivera. En ella se han estudiado los mecanismos de adaptación de los briófitos (musgos y plantas afines) a la radiación ultravioleta (UV) para conocer mejor los mecanismos adaptativos que adquirieron para tolerarla y colonizar el medio terrestre en la evolución vegetal.

El trabajo de campo de esta investigación doctoral se ha desarrollado, principalmente, en el Parque Natural de Sierra Cebollera en La Rioja, un enclave briológico privilegiado al cual se le ha reconocido como «Área Importante para Briófitos» en el Atlas y Libro Rojo de los Briófitos Amenazados de España.

La elección de este enclave se debió a su variedad de briófitos y la abundancia de biomasa de diferentes especies. Además, su condición de parque natural hace que sea un ecosistema bastante controlado, de modo que las poblaciones están más o menos estables a lo largo del tiempo.

Junto a los arroyos de montaña como son el Lumbreras, Lavieja y el propio Iregua –en el Parque Natural de Sierra Cebollera-, el trabajo de campo se ha extendido al valle del Iregua (Varea, Nalda, arroyo Solbes de Panzares, Villanueva y Aldeanueva), para encontrar briofitos taxonómica y estructuralmente diferentes.

Adaptación al medio

Hace unos 500 millones de años, los briófitos (musgos y plantas afines) cumplieron un papel fundamental en la evolución de la vida vegetal desde el medio acuático al terrestre. Los briófitos están considerados las primeras plantas verdaderas en participar en la colonización de la tierra, un proceso trascendental que permitió posteriormente el desarrollo de todas las plantas que actualmente aprovecha el ser humano.

Uno de los factores ambientales importantes al que debieron adaptarse los organismos en este paso fueron los altos niveles de radiación ultravioleta (UV) imperantes en el medio terrestre en comparación con el medio acuático primigenio.

La tesis de Gonzalo Soriano pretendía explorar los mecanismos adaptativos que adquirieron los briófitos para tolerar la radiación ultravioleta (UV) y colonizar el medio terrestre en la evolución vegetal, así como conocer los cambios que pueden experimentar los musgos de río como consecuencia del aumento de radiación UV asociado a uno de los factores de cambio climático, como es la degradación de la capa estratosférica de ozono.

Una de las principales aportaciones de Gonzalo Soriano es el análisis de los mecanismos de adaptación en escalas muy diversas que rara vez se abordan conjuntamente, ya que se ha abarcado desde la biología molecular hasta la escala ecológica. Esto permite conocer las respuestas a la radiación UV de manera integrada en los progresivos niveles de organización de la vida.

Estas respuestas son complejas porque implican un gran número de procesos fisiológicos diferentes, como la acumulación de compuestos protectores (en un proceso parecido a la síntesis de melanina en el ser humano) o el aumento de la capacidad antioxidante. Es interesante señalar que a algunos de los compuestos protectores producidos por los briófitos expuestos a radiación UV, como las apigeninas y luteolinas, se les atribuyen diversas propiedades medicinales.

Gonzalo Soriano ha estudiado en su tesis, por vez primera, los efectos de la radiación UV conjuntamente en las tres líneas evolutivas de los briófitos (las hepáticas, los musgos y los antocerotas), así como han utilizado especies-modelo de cada una de las citadas líneas evolutivas: Marchantia polymorpha en el caso de las hepáticas, Physcomitrella patens para los musgos y Anthoceros agrestis para los antocerotas.

El doctor Gonzalo Soriano aporta los primeros datos mundiales acerca de los efectos de la radiación UV sobre los antocerotas, un grupo de plantas muy minoritario (apenas 200 especies en todo el mundo, en comparación con los 20.000 musgos o las 250.000 plantas superiores) pero muy importante evolutivamente, ya que algunas hipótesis los sitúan como los ancestros directos de las plantas superiores.

Finalmente, ha descrito la estructura y función del fotorreceptor molecular de radiación UV-B en los briófitos (UVR8), crucial para que las plantas puedan adaptarse a la radiación UV. El UVR8 está muy conservado en la evolución vegetal, desde las algas verdes hasta los briófitos y las plantas con semilla. Por lo tanto, en la colonización del medio terrestre no sólo influyó la adaptación a la radiación UV, sino también otras presiones evolutivas como por ejemplo la escasez de agua.

La tesis de Gonzalo Soriano Sancha es fruto de diversas estancias investigadoras en la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido), financiadas tanto por la UR como por el programa de investigación europeo UV4 Growth (Acción COST). Algunas de las conclusiones han sido publicadas por New Phytologist (una de las más prestigiosas revistas dentro de la biología vegetal) y otras están pendientes de publicación en Cryptogamie-Bryologie.

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