La Rioja

El ISIS usa el escudo del pueblo riojano de Alcanadre para explicar sus decapitaciones

El grupo yihadista Estado Islámico ha lanzado recientemente en algunas de sus plataformas y canales informativos unas imágenes con “cabezas de moros” en escudos, blasones y banderas europeas. Entre ellas, aparece el escudo de Alcanadre (La Rioja), donde figuran cinco de estas cabezas cortadas, cada una con cinco gotas de sangre brotando del cuello.

Junto al símbolo heráldico de esta localidad riojana, también aparece el escudo del Papa Benedicto XVI, las banderas de Cerdeña y Córcega y el sello del obispado de Frisinga (Alemania).

A través de ‘Amaq News Agency’, portavoz de la propaganda del grupo terrorista, el Estado Islámico ha lanzado esta infografía para justificar la decapitación como una técnica ‘lícita’ en sus ejecuciones.

“Continúan con sus adoctrinamientos y explicando y justificando porqué utilizan la decapitación como su principal medio de asesinato. Según ellos, era una práctica habitual en los cruzados contra los musulmanes en el pasado y para demostrarlo, lanzan posters en los que ponen como ejemplos banderas actuales que muestrasn supuestas cabezas cortadas de musulmanes”, explican desde ‘Annack Security’, la consultora de Inteligencia y Seguridad IT.

Presencia árabe en Alcanadre

En los cinco primeros años que siguen al 714, cuenta el Ayuntamiento de Alcanadre en su web, se asentaron los árabes en la localidad por la facilidad de su vega, a la que proporcionaron sus conocimientos en el trazado de acequias y riegos simétricos, que hoy todavía se conservan.

El municipio no se libró de las batallas entre cristianos y musulmanes, al igual que muchos otros lugares de La Rioja, Navarra y Aragón, contando desde entonces en su toponimia menor con los campos de ‘La Matanza Vieja’ y ‘La Matanza Nueva’.

Estos nombres apuntan a que los combates y las luchas por defender patrimonios y tierras no tuvieron lugar al mismo tiempo sino en momentos diferentes. ‘La Matanza Vieja’ pudiera proceder de las luchas acontecidas en el siglo VIII y ‘La Matanza Nueva’ en el IX, coincidiendo esta última con las batallas de Clavijo y Albelda.

‘El Gurugú’ como atalaya de observación y ‘La Cumbre’ hasta el castillo de Lodosa, lo mismo que los ‘Altos de Matea’ y ‘Valdarrete’ fueron puntas de lanza para atacar a las tropas que avanzarían por ‘La Pasada’ y ‘Corral del Rey’.

De ahí que las laderas que miran al sur en este escenario se sigan llamando Campos de Matanza, cuyas cabezas de moro ensangrentadas han pasado al escudo de la villa. El Callejón de la Matanza, saliendo de Alcanadre, da acceso a este teatro de operaciones, que salvaguardaba las esencias de la tradición celtíbera y vascona.

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