Educación

El proyecto de reforma del IES Sagasta: 26 millones de euros para adaptar el edificio al siglo XXI

Las obras se licitarán durante este trimestre y el plazo de ejecución previsto es de 30 meses

José Ignacio Ceniceros ha presidido este lunes la presentación del proyecto de reforma del centro, en la que han participado también el consejero de Educación, Formación y Empleo, Alberto Galiana, y el jefe de servicio del Servicio de Gestión Técnica del Patrimonio, Miguel Fernández Rueda, arquitecto que ha dirigido el diseño de la obra, en la que el Gobierno riojano invertirá 26 millones de euros.

La ejecución de este proyecto, que Ceniceros ha definido como “una de las principales actuaciones de rehabilitación del patrimonio que va a ejecutar el Gobierno de La Rioja en su historia”, se licitará durante este trimestre y el plazo de ejecución previsto es de 30 meses.

Fernández Rueda ha explicado que, con el objetivo de adaptar el edificio a las necesidades educativas del siglo XXI y potenciar su vertiente cultural y social, el proyecto racionalizará los espacios y mejorará la iluminación natural, la eficiencia energética del edificio y su adaptación a la normativa actual en materia de seguridad y accesibilidad.

[aesop_gallery id=”35970″ revealfx=”off” overlay_revealfx=”off”]

En este sentido, contempla mantener como principal la fachada norte, por la que se accederá a salas emblemáticas como el salón de actos, el aula magna o la biblioteca, y propone una segunda entrada en la fachada de Duquesa de la Victoria, que utilizarán principalmente los alumnos. Esta distinción permitirá un horario de apertura y un control de accesos independientes para ambos espacios.

Dentro del edificio, en la planta baja se situarán 1º y 2º de ESO, mientras que 3º y 4º irán a la planta 1, y Bachillerato se alojará en la segunda planta. Esta planta segunda, nueva en la concepción original del edificio, reduce el fondo de la crujía para permitir la entrada de luz al corredor de distribución de la planta primera y permite ajustar su anchura a los espacios requeridos.

En esta crujía se genera una planta baja rasante destinada a vestuarios para los usos deportivo y cultural, almacenes y una importante área de instalaciones. Únicamente en esta crujía será necesario vaciar su interior para adecuar su estructura formal y resistente a las nuevas necesidades.

La adopción de este sistema compacto en la crujía sur libera un importante espacio en el interior del edificio, recupera la estructura formal del resto de crujías como grandes contenedores que en la planta primera se destinan a las aulas emblemáticas del instituto (laboratorio de física y química, laboratorio de ciencias naturales, aula de dibujo o talleres, aula magna y salón de actos). En planta baja estos grandes espacios se destinan a usos deportivos y culturales.

Los dos patios interiores se cubrirán para minimizar el exceso de sol en el interior del edificio en determinadas épocas y horarios, y generar espacios de recreo que podrán utilizarse durante todo el año. La escalera imperial se recuperará para dar servicio a los espacios emblemáticos, al tiempo que se creará una nueva junto al vestíbulo y acceso sur para minimizar los recorridos de los alumnos por el interior del edificio.

El programa docente dispone de diez aulas en la segunda planta, doce en la primera y ocho en la baja. Además contará con dos aulas de informática, laboratorio de física, laboratorio de química, laboratorio de ciencias naturales, aula de plástica y de música, taller de tecnología, aula magna y salón de actos, así como espacios destinados al profesorado, la jefatura de estudios, dirección, conserjería, aseos, limpieza, etcétera. La superficie útil total destinada a espacios docentes de 8.689,0 m2.

El programa cultural cuenta con diversas salas que podrían ser utilizadas para exposiciones temporales o permanentes, con acceso y aseos independientes, y una superficie útil total de 1.312,3 m2. Por su parte, el programa deportivo dispondrá también de acceso, aseos y vestuarios independientes, y un gimnasio al que se le podrá incorporar uno de los patios cubiertos, con una superficie útil total de 990.8 m2.

De esta forma, el centro contará con una superficie útil total de 10.992,10 m2 y una superficie construida total de 14.583,70 m2.

Por último, Fernández Rueda ha explicado que la porción de muralla localizada durante las catas arqueológicas se conservará y se valorizará dentro de la edificación proyectada. Esta porción pertenecía a la muralla construida en Logroño para defender la zona del Convento de los Carmelitas durante la primera Guerra Carlista, desarrollada entre 1833 y 1840, que sería derribada en 1861 y 1862.

Subir