Son muchas las fiestas riojanas que despiertan la atención de los medios de comunicación nacionales y extranjeros: los danzadores de Anguiano, los Judas de Alfaro, los Picaos de San Vicente, el Pan y Queso de Quel,… Pero pocas despiertan tanto interés como la Batalla del Vino que este jueves volverá a desatarse en los Riscos de Bilibio.
De hecho, el Ayuntamiento de Haro trabaja para que este mismo año la Batalla sea declarada como Fiesta de Interés Turístico Internacional, un nombramiento que cuestiona abiertamente el portal Playgroundmag.net, que cuenta con más de catorce millones de seguidores en las redes sociales.
En su artículo ‘¿Merece la Batalla del Vino la distinción de Fiesta de Interés Turístico Internacional?’, el portal fiscaliza punto por punto el grado de cumplimiento de la gran cita jarrera respecto a los requisitos establecidos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para obtener tal reconocimiento.
Y su conclusión no es otra que la candidatura del Ayuntamiento de Haro flaquea en dos de las ocho cuestiones exigidas por el Ministerio: “Originalidad, diversidad, que sea relevante en cuanto a la promoción turística de España en el exterior” y “que en su desarrollo no se maltraten directa o indirectamente personas ni animales y se cuide el entorno urbano, monumental y paisajístico”.
Sus argumentos
En su análisis, PlayGround se pregunta “¿por qué una de las regiones vitícolas por excelencia (La Rioja) desperdicia el vino en lugar de mostrarle un respeto? ¿Es así como se fomenta la cultura de vino o es la mejor excusa para una borrachera de campeonato?”, para rematar preguntándose “¿qué tipo de turista busca una batalla del vino como reclamo para venir a España?”.
Respecto al segundo presunto incumplimiento, señala que “esta fiesta se apostilla con una corrida de vaquillas en la plaza de toros que los participantes se entretienen azuzando y sorteando. Mientras no se demuestre lo contrario, una batalla del vino no necesita de vaquillas para su celebración”.
Si emitir ningún juicio final, el portal de diversidades desliza que tal vez la voluntad del Consistorio jarrero para distinguir la Batalla del Vino con el máximo reconocimiento turístico esté injustificada por los dos aspectos señalados. Sin embargo, sí da por cumplidos los otros seis requisitos establecidos por Turismo:
- “Antigüedad de la celebración y continuidad en el tiempo (al menos debe celebrarse cada cinco años)”: La tradición data del siglo VI y se celebra anualmente llegadas estas fechas.
- “Arraigo popular y participación ciudadana, especialmente se valora la existencia de asociaciones que la respalden”.
- “Poseer la declaración de Interés Turístico Nacional desde hace al menos cinco años”: La obtuvo en 2011.
- Existencia en la localidad o a menos de 50 km de alojamientos y servicios turísticos adecuados.
- Acuerdo de Pleno del Ayuntamiento e informe favorable de la comunidad autónoma.
- Repercusión en medios de comunicación internacionales, al menos diez actuaciones en uno o varios medios extranjeros.
Si alguien tiene dudas sobre el cumplimiento de este último requisito, basta con echar un vistazo a la repercusión que obtuvo la Batalla del pasado año, en la que volvió a cumplirse con la tradición de volver morado a casa (nos referimos exclusivamente al color de los ropajes) tras haber bañado en vino a cualquier intrépido reportero que se adentrase a los Riscos.
Candidatura “bien armada”
Desde el Ayuntamiento de Haro insisten en que “vamos a presentar este año la candidatura para que la Batalla del Vino sea declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional”, algo que “en ningún caso se realizará antes de la celebración de este jueves”. Así lo ha señalado a NueveCuatroUno el concejal de Educación, Cultura y Turismo, Leopoldo García Vargas, subrayando que “prisa, tenemos la justa”.
“Queremos presentar una candidatura bien armada y aprovechar para recopilar los reportajes que realicen los medios internacionales sobre la Batalla de este año”, añade, asegurando una vez más que la solicitud jarrera entrará en las dependencias ministeriales antes de que expire 2017.
‘Inspiración’ de otras batallas
La repercusión de la Batalla del Vino ha llevado a otras regiones del país a ‘inspirarse’ en la contienda vitícola de los Riscos de Bilibio. Es el caso de la región zamorana de Toro, que en los últimos dos años ha celebrado una fiesta calcada a la de Haro y el pasado verano ya puso en alerta a los defensores de la fiesta en honor a San Felices.
