La Rioja

VÍDEO: La Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil recibe la Estrella de Europa en Logroño

La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha entregado este martes la Estrella de Europa a la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil durante la celebración del Día de Europa.

El discurso de la alcaldesa

Hoy celebramos mucho más que el Día de Europa. Hoy conmemoramos la victoria sobre una Europa que vivía inmersa en conflictos bélicos, en un clima de hostilidad constante y que poco a poco profundizaba en la degradación del continente.

La enseñanza que perpetuó aquella Europa es que quería paz y plantear únicamente una batalla, la del bienestar de sus ciudadanos.

Y eso mismo es lo que se ratificó tiempo después. Fue Europa el primer continente en establecer un marco de convivencia, equilibrio y prosperidad para los países miembros.

Evidentemente, hay una realidad que no podemos negar; la convivencia con corrientes que han dejado de creer en Europa como un proyecto común, así como las consecuencias de una crisis económica cuyos vientos hicieron tambalear demasiados pilares.

No podemos cerrar los ojos ante ataques externos que han situado su punto de mira en los países de occidente. Ni siquiera podemos permanecer impasibles ante las decisiones unilaterales que huyen de la unidad.

Jean Monet, uno de los ‘Padres de Europa’ ya lo dijo en su momento: “Siempre pensé que Europa se haría entre crisis y que sería la suma de las soluciones que diéramos a esas crisis”.

Y es cierto. La historia más reciente nos cuenta que el proyecto común ha funcionado; que son necesarios retoques, reformas y una profunda adaptación a los nuevos retos. Pero Europa funciona. Y como decía Monet, hemos sido capaces de dar soluciones a las crisis.

Hoy los vientos económicos son más favorables, y con ellos llega también un renovado sentimiento de pertenencia hacia ese proyecto común en el que creemos con firmeza.

Hoy es el día para proclamar sin complejos que nos sentimos profundamente europeístas. Para expresar sin exaltaciones que creemos en un proyecto integrado por países democráticos, que defendiendo intereses particulares, abogan por un bien general que alcance todos y cada uno de los rincones de Europa.

Hoy es el día para declarar, sin licencias a la duda, que queremos mantener un marco de paz, de libertad y de convivencia.
Y hoy es el día para significarnos con una Europa configurada en torno a Estados, pero también alrededor de regiones, ciudades y pueblos.

La divulgadora científica y teórica del urbanismo, Jane Jacobs, dijo en un ocasión que “Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todo el mundo, solo porque, y solo cuando, se crean para todo el mundo”.

Creo sinceramente que actualmente las ciudades, y en concreto Logroño, son plenamente conscientes de su rol protagonista en el seno de Europa.

Y tenemos que tener claro que este proyecto común se configuró en torno a Estados, pero con el objetivo supremo de unir a los pueblos.

En este sentido, la realidad que nos trasmite Europa supera ese concepto de cooperación entre países y profundiza precisamente en los pueblos que la constituyen.

Son las entidades locales, las regionales, las comunidades autónomas, y por supuesto, también los países, los que dan sentido a este marco de convivencia.

Todas estas entidades son parte activa, el núcleo necesario e indivisible de una realidad recíproca, de la que de alguna forma nos beneficiamos, y de la que de otra se benefician de nosotros.

Es la línea maestra de todo buen acuerdo. Cooperar, trabajar y aportar activamente en aquellos foros y en aquellos proyectos en los que estamos presentes para construir una Europa más fuerte y solidaria.

Sabemos, porque así nos lo cuenta la historia, que unidos se han materializado logros que de otra forma se hubieran tornado inalcanzables.

Sin embargo, otro de los grandes retos a los que debe enfrentarse Europa viene derivado del terremoto político británico y su salida del proyecto común.

El Brexit obliga inevitablemente a fortalecer el modelo europeo, marco de convivencia en el que se respete la soberanía de cada país miembro y las regiones y las ciudades asuman todo el protagonismo para el que ya estamos preparados.

Pero al margen de terremotos políticos y reorganizaciones estructurales, el Brexit brinda nuevas oportunidades generadas por empresas que deben continuar su ejercicio al amparo de los estados miembros.

Esta situación abre un amplio abanico de oportunidades para el resto de los países. Dicho de otra forma, es el momento de mostrar sin complejos los puntos fuertes que España ofrece para asumir todas esas relocalizaciones.

Es el momento de hacer muy visible nuestra capacidad y operatividad para los negocios, de mostrar nuestras infraestructuras, nuestra tecnología y en definitiva, de exponer sin reservas nuestra preparación.

Hablaba al principio de la victoria de Europa. Y me gustaría en este sentido no tener que referirme más que a una victoria de tinte social y económico. Pero de nuevo la realidad nos hace enfrentarnos al dolor y a la barbarie.

El terrorismo, basado única y exclusivamente en una posición radical y sustentado tan solo sobre pilares de odio, ha dirigido su punto de mira hacia occidente.

Europa, el Estado de Derecho, la Democracia, están siendo el objetivo de la ira y el escenario del dolor de quienes no argumentan más allá que con el sufrimiento sus razones para golpear a una parte del mundo que hace años decidió y acordó vivir en paz.

Si hablaba antes de los nuevos retos a los que debe enfrentarse Europa, la lucha contra el terrorismo debe figurar indudablemente entre sus prioridades.

París, Madrid, Londres o Bruselas han sido atacadas bajo diferentes estrategias con el único fin de causar el mayor daño posible.

Estamos por tanto ante un problema global que nos afecta a todos y que requiere de una respuesta y de una solución de carácter global. Sabemos que enfrente tenemos a un enemigo difícil de combatir, que ha perdido incluso la capacidad de valorar su propia vida.

Pero una vez más, disponemos de la unión de los pueblos europeos, de los estados europeos, para hacer frente a un nuevo problema que definitivamente derivará hacia una nueva victoria de Europa.

Son los valores, la fortaleza, la necesidad de avanzar juntos las que, como en otras ocasiones, nos hace confiar y creer en este proyecto.

Como cada año en la celebración del Día de Europa, reconocemos a un colectivo o institución por su vocación, compromiso y defensa de los valores europeos.

En esta ocasión, la ‘Estrella de Europa’ es para una institución cuya función ha estado y está estrechamente relacionada con la defensa del Estado de Derecho, con la lucha contra el terrorismo que tanto ha sufrido España y que ahora sufrimos a nivel global.

Nuestro reconocimiento es para la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil con sede en Logroño y cuyo radio de acción ha estado focalizado generalmente en el País Vasco y Navarra.

Reconocemos así su lucha contra el terrorismo de ETA, pero también su labor en misiones internacionales y de formación contra el terrorismo que le han otorgado a esta Unidad un importantísimo prestigio fuera de nuestras fronteras.

La UAR ha sido y es un ejemplo de sacrificio y de constancia y un modelo de conducta intachable en los momentos más duros de nuestra historia reciente.

Habéis demostrado el valor necesario para defender a un país que ha llorado a muchas víctimas, para luchar, arriesgando incluso vuestras vidas, por unos principios comunes.

Y habéis contribuido mediante un extraordinario trabajo colectivo, a terminar con esa lacra social que es el terrorismo.

Por todo ello quiero trasladar a la Unidad de Acción Rural de la Guardia Civil mi más sincera y emocionada enhorabuena. Todos los reconocimientos serán escasos para una Unidad que ha hecho tanto por España y que ahora contribuye con la misma firmeza a la formación internacional.

Es un honor entregaros la ‘Estrella de Europa’ porque como Unidad representáis fielmente el espíritu de unión que debe regir este proyecto común. Y como personas, sois el ejemplo de valor, de preparación y de dedicación que en estos momentos necesitamos para vencer a otro terrorismo que actualmente amenaza a Europa.

Para concluir quisiera recordar unas palabras del sociólogo, economista y asesor político estadounidense, Jeremy Rifkin: “El sueño europeo es un faro que nos señala una nueva era de inclusión, diversidad, desarrollo sostenible, derechos humanos y de paz en la tierra. Los norteamericanos decíamos que vale la pena morir por el sueño americano. El nuevo sueño europeo es un sueño por el que vale la pena vivir”.

Subir