En la tarde de este Jueves Santo, quince disciplinantes han protagonizado la primera de las procesiones en las que la Cofradía de la Vera Cruz acompaña a estas personas anónimas en su penitencia. Los latigazos y las esponjas, así se llaman las bolas de cera virgen que llevan dos cristales incorporados con los que el práctico pica la espalda de los disciplinantes, toman el protagonismo de la Semana Santa riojana, en una tradición cuyo nacimiento hay que situar, al menos, en la primera mitad del siglo XVI.
Los Disciplinantes han acompañado a la procesión de la Santa Cena y a la Hora Santa y harán lo propio este viernes en las procesiones del Vía Crucis (Viernes Santo, 11.30 horas) y el Santo Entierro (Viernes Santo, a partir de las 20.30 horas).
Así lo han vivido algunos de los asistentes a la procesión.