Daniel Ocón Arráiz (30 de septiembre de 1980, Logroño) debutará esta temporada como árbitro en Primera División. Al igual que los equipos de fútbol, el colegiado riojano se encuentra estas semanas realizando la pretemporada para llegar en plena forma al comienzo liguero. En el canal de Youtube de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le han hecho una entrevista de la que repasa los últimos días que ha vivido desde que recibió la noticia y qué siente en este gran paso de su carrera.
¿Cómo empezaste a arbitrar?
Estaba jugando a fútbol con quince años y es mi hermano el que decide apuntarse a un curso de arbitraje. Me pica la curiosidad y, una vez que inicia él, yo también me apunto, hago el curso y pruebo a arbitrar a la vez que jugaba. Me encantó y decidí seguir arbitrando. Empecé de casualidad y mira, después de unos años, aquí seguimos.
¿Cuál ha sido el momento más dulce y el más duro de tu carrera?
El momento más dulce creo que lo estoy viviendo ahora. No sólo el ascenso a Primera División, que parece que ya es el escalafón final. Tanto las ascensos a Segunda B como a Segunda División y a la máxima categoría son momentos inolvidables, un sueño hecho realidad.
Sufrí un descenso de Segunda B a Tercera en primer año y me planteé si continuar o no. La verdad es que el ascenso a Segunda B es muy complicado. Decidí continuar porque me gustaba y pensaba que podía haber sido una mala temporada. Gracias a Dios continué y año tras año he podido llegar a esta categoría
¿Cómo reaccionaste cuando te enteraste de tu ascenso a Primera División?
En la llamada del vicepresidente del Comité Técnico estaba en Estambul porque estoy recién casado, estaba con mi mujer. Un lunes a las nueve de la mañana es cuando recibo la llamada. Cogí a mi mujer y le di un beso y un abrazo enorme. Seguidamente, descolgué el teléfono para llamar a casa, avisar a mis padres, a mi hermano y a toda la gente querida.
¿Qué le recomendarías a los árbitros que están empezando?
Que si les gusta el fútbol y les gusta el arbitraje, que apuesten realmente por ello y que sean responsable. Son edades a las que hace falta ese punto de responsabilidad y compromiso, pero que disfruten. Hay que disfrutar día a día sin marcarte un objetivo aunque todos queramos estar lo más arriba posible. Hay que disfrutar de los partidos, los momentos, la convivencia con los compañeros, los viajes… si luego llegan los ascensos, pues evidentemente que muchísimo mejor. Hay que disfrutar y vivir el momento sin pensar en qué pasará porque es una condición que amarga más para vivir el momento tan bonito como el que estoy viviendo.
