Atención, Peatón

Atención, peatón

Una llamada a la concienciación ciudadana para evitar accidentes como el que ya se han cobrado una vida este año

25 atropellos en lo que llevamos de 2016 deberían haber sido motivo suficiente como para que nos pusiéramos manos a la obra. Pero a esa cifra, que de mantenerse la media nos llevaría a tener que contar más de 150 accidentes de este tipo al final del año, se unió este martes que conociéramos el fatal desenlace del último de ellos, ocurrido el sábado 13 frente al número 79 de la calle Piqueras. El primer, y confiemos que último, fallecido de 2016 nos ha empujado a lanzar, desde nuestra modestia pero con toda la fuerza posible, una campaña llamada ‘Atención, peatón’, que sirva de concienciación a toda la ciudadanía, entre la que incluimos a las autoridades.

Nadie se queda fuera. Los políticos tienen el deber de trabajar para acabar con este problema. Pero automovilistas, motoristas, ciclistas y, por supuesto, peatones tienen que concienciarse de que se deben extremar las precauciones o, cuando menos, no se deben obviar las normas básicas de circulación y urbanidad.

Este martes le pedimos a ‘El Sereno’ que se diera un paseo por Logroño observando cómo cruzamos las calles los logroñeses. Toda generalización es mala e injusta, pero la galería de imágenes que nos trajo nos puso los pelos de punta. No hacía falta buscar situaciones forzadas ni esperar mucho tiempo para ver todo tipo de imprudencias. Somos malos peatones y malos conductores. Hay de todo. Otra vez, recalcamos, sin generalizar, porque todos pensamos que hacemos las cosas bien.

Obviamente el incremento de los atropellos no es exclusivamente culpa de los peatones. Sí lo es la explosiva mezcla que produce la falta de concienciación de la ciudadanía y ahí, sí podemos generalizar. Parece evidente que la ciudad tampoco está suficientemente preparada para que el peatón pueda caminar tranquilo por sus calles ni para forzar a los conductores a dejar el coche en casa. Nosotros aportamos nuestro pequeño granito de arena. Pongámonos manos a la obra.

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