Empezamos en mis paseos conociendo que hay varias calles en Logroño con las placas mal colocadas: la avenida del Moncalvillo o la plaza Joan Miró. Seguimos con más casos de este problema, en esta ocasión en la calle Coronel Innerarity.
La historia de esta calle la contó hace tiempo Abel Mora, doctor en Teología: “Es la calle más pequeña de Logroño. Ni una manzana siquiera. Sólo una casa. La que suya fuera un día. Mejor dicho el chalet, rodeado de huerta. Porque era todo huerta. Pero un día ese caballero y su esposa, Victoria Alcarraz, tuvieron la decisión, casi la osadía, de dejarlo a una religiosa que soñaba en una fundación para los más pobres de mundo. Había estado enferma, muy enferma. Convalece ahora en San Sebastián. Le irá mejor Logroño para recuperarse, le dicen el generoso caballero y Victoria. Allí tendrá su casa. No lo declina la que luego subiría a los altares. «Pero me llevarán a Logroño en andas», dice. Y en andas y urna volvió a Logroño. Y luego a los altares. Y en los altares la guardan en la Casa Madre y en la catedral nueva de Madrid. Y un día en Roma”. [Leer más en Larioja.com]
