Gastronomía

La San Juan: sentimiento de pertenencia y buena gastronomía

La más logroñesa de las calles gastronómicas de Logroño. La calle San Juan presume estos días de identidad, por haber logrado crear ese sentimiento de pertenencia que dota a esta transitada zona de tapas, pinchos y vinos de la capital de ese más que necesario gusto por lo auténtico. No hay necesidad de perder lo que siempre se ha sido en favor de incrementar el número de visitantes. En la calle San Juan, vecinos y hosteleros forman parte de una misma manera de entender la vida, esa que permite la convivencia que se ve reflejada por la festividad de San Juan, cuando todos sacan sus mesas a esta estrecha calle para cenar todos juntos. Es San Juan, en la calle San Juan, y se celebra por todo lo alto.

Las fiestas de San Juan en la calle San Juan comienzan este próximo domingo y se alargarán hasta el jueves 27 de junio. Darán comienzo con la lectura del pregón y el lanzamiento del ya tradicional cohete, como en cualquier otro barrio de la ciudad, y se cerrarán con una iniciativa novedosa que seguro será bien recibida por los hosteleros, los vecinos y el resto de logroñeses: una cata por la San Juan con los mejores pinchos de estos bares y la posibilidad de probar los vinos de las bodegas logroñesas.

La clave de esta calle es su sentimiento logroñés. Ese respeto hacia lo propio que garantiza la vuelta del domingo, a la hora del vermut, como siempre han hecho muchos logroñeses. Se busca el bocatita de jamón recién salido del horno, la panceta recién cortada, el bocatita de calamares, el tiburón de sardina, guindilla y anchoa, las coquinas, la ración de pulpo, el matrimonio, los callos perfectamente elaborados, la tortilla de patata, los mejillones al vapor, los embuchados, el champi o la sepia, las bravas, la zapatiilla de jamón, el morrito, la brocheta de bacalao y langostino en tempura, ese rinconcito para el mejor marisco…

La San Juan sigue siendo una apuesta segura para los logroñeses, un lugar para el encuentro casual y el reencuentro necesario. Estar en Logroño y encontrarse con amigos o familiares para que la ronda se acabe ‘complicando’. Da gusto ese momento en el que todo parece fluir, de bar en bar, de vino en vino, de pincho en pincho, de ración en ración… por todos esos lugares que siguen como siempre, con los camareros de siempre, que te conocen, te saludan… que son parte imprescindible de este sentimiento de pertenencia por el que presumen los logroñeses.

Es una calle de a diario. Por la que uno se deja caer cuando menos lo espera. Pilla de paso ese vinito blanco, o un cortito, pero siempre con algo para empujarlo. Al final, lo que se busca en esta calle es la tranquilidad de lo conocido. Y así es la San Juan, que celebra por San Juan, ser la calle San Juan, con sus vecinos, con sus amigos, con sus logroñeses.

Durante estos días, en la calle San Juan se celebra ser de Logroño, y serán los logroñeses los que acudan hasta la San Juan encantados de hacerlo. Brindarán y disfrutarán. En la ronda de toda la vida. Sin renunciar a nuevas propuestas, a pequeñas nuevas ideas sobre las barras de toda la vida, con los hosteleros de confianza. Propuestas clásicas, creaciones más elaboradas, lo de siempre y lo nuevo se dan la mano con suma naturalidad, sin excesos ni ambigüedades, sin necesidad de perderle el peso de la tradición al buen hacer de muchas décadas.

El domingo a las 13:00 horas, durante el vermut, se celebrará la procesión del santo, que guarda la calle en una de sus esquinas. Se cumplirá con la pequeña ofrenda floral, el pasacalles, habrá un vermut jotero, una exposición de Lambretas y Vespas, los gigantes y los cabezudos… para presentarse de celebración en celebración en el próximo jueves, cuando la calle San Juan se entregue a la primera edición de una cata de vinos de las principales bodegas de Logroño con los pinchos, obvios de esta calle. Cinco vinos, por 12 euros, con la copa incluida, con música en directo y tangos en medio de la calle. Todo a partir de las 19:00 horas, para un máximo de 500 participantes, que ya pueden comprar sus entradas en el Bar La Esquina, Pintxo Tatto y Re-Loop Shop.

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