La Rioja

El mapa de cargadores eléctricos, a escala reducida en La Rioja

La Rioja debería multiplicar por diez los cargadores eléctricos para llegar en 2030 a los objetivos

En las últimas vacaciones de Semana Santa una de las imágenes que se han hecho virales más allá de las de procesiones y paraguas han sido la de largas colas de personas esperando para poder, en sus viajes, recargar sus vehículos eléctricos. La situación en España no es buena. Existen un total de 11.173 puntos de recarga en todo el país cuando a finales de este año la previsión era la de llegar a los 45.000 y tener unos 300.000 para 2030.

En La Rioja la situación es similar. La red de cargadores para vehículos electrificados de uso público a disposición de los conductores riojanos no tiene un despliegue importante. Aunque la región colocó 72 infraestructuras a lo largo del año pasado, la realidad es que sólo existen 232 puntos en la red riojana y que la mayoría de ellos están ubicados en puntos urbanos, según los datos de Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Además, los que están en zonas interurbanas se concentran, en su mayoría, dentro del eje del Ebro. Para colmo, 53 permanecen fuera de servicio, es decir, es como si no existiesen. Algunos no están conectados a la red eléctrica, otros tienen constantes averías que no permiten planificar la recarga si se va de viaje e incluso en algunos de ellos se inició su instalación y después se dejó a medias.

Así, según Anfac, el despliegue en La Rioja es insuficiente aún contando con esos que no funcionan. Si los tenemos en cuenta, la situación aún es peor. La Rioja debería haber cerrado el pasado año con 266 puntos de recarga para poder alcanzar en 2030 un total de 1.861 infraestructuras para vehículos electrificados. Habría que multiplicar por diez las instalaciones en los próximos cinco años y medio.

“Hay que tener en cuenta que en La Rioja estamos por encima de la media en la compra de coches electrificados”, comenta el presidente de la Asociación Riojana de Automoción (Ariauto), Eduardo de Luis. “A pesar de ello, la red de cargadores eléctricos está muy por debajo de los objetivos marcados por el Plan 2030”, y asegura que lo que realmente hace falta es “mucha más concienciación por parte de las administraciones y de los usuarios”.

El problema no es sólo de cantidad, sino también de la ubicación de los mismos. Del total de los contabilizados casi dos terceras partes se encuentran en zonas urbanas y sólo 71 en ubicaciones interurbanas que posibilitan la recarga cuando vamos en pleno viaje. Además, prácticamente la mitad de los puntos de recarga se encuentran en Logroño y en cabeceras de comarca.

“En Logroño va a tener que haber una importante implantación, porque la limitación de entrar al centro de la ciudad con coches que contaminen se va a tener que hacer en algún momento después de las prórrogas a las que se ha acogido el Ayuntamiento. Hay mucha gente que no tiene garaje donde poder cargarlos y habrá que darles una opción en las ciudades”.

En la sierra riojana la situación aún es más complicada a pesar de que en algunas zonas como el Camero Nuevo se han dado pasos importantes por desplegar cargadores eléctricos. No es así en el resto de las sierras. Ni en el Camero Viejo, donde la única estación de recarga está en Ribafrecha, que sería también la más cercana a la zona del Jubera, ni en el valle de Ocón que tendría una cercana en Tudelilla (una de esas que según el portal Electromaps no funciona). Además, el poste de recarga más próximo a municipios como Canales de la Sierra, Mansilla, Brieva de Cameros, las Viniegras o Anguiano se encuentra en Nájera, a más de 50 kilómetros en el peor de los casos.

“El principal problema son los cargadores de corriente continua que te permiten cargar el coche en veinte minutos, ahí es donde hemos visto las colas estas vacaciones y ese tipo de instalaciones son las que hay que ir colocando, y, de momento, se está avanzando más en estaciones de carga privadas que públicas”.

Además de pocos y ubicados de una forma poco efectiva, la mayoría no cuentan con una gran rapidez de carga. Así ,la mayoría de los instalados en La Rioja son de baja potencia, 11 están entre los 22 y 50 kilowatios de potencia, 42 entre los 50 y los 150 kilowatios y sólo seis son de alta potencia con más de 150 kilowatios.

En las carreteras, también insuficientes.

La autopista AP-68 a su paso por La Rioja debería tener ya 15 puntos de recarga con una potencia igual o superior a los 250 kilowatios, según los cálculos de la asociación, otros cuatro de 350 kilowatios y los mismos de una potencia igual o superior a los 800 kilowatios para potenciar el desarrollo de la electrificación de los vehículos pesados.

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