Hay pocos ámbitos con tanto potencial en La Rioja como el agrario. Más allá de sus cultivos mundialmente reconocidos, la región cuenta con hectáreas y hectáreas de parajes naturales cuyo cuidado no queda en manos de la madre naturaleza. Conservar el medio ambiente requiere de personal altamente cualificado y la Formación Profesional en la familia Agraria tiene mucho que decir para que las futuras generaciones hereden el entorno natural en perfectas condiciones.
En La Rioja se imparten dos grados dentro de esta familia profesional: un grado medio de ‘Trabajos Forestales y de Conservación del Medio Natural’ y un grado superior de ‘Gestión y Organización de los Recursos Naturales y Paisajísticos’, ambos en las aulas del IES Gonzalo de Berceo de Alfaro.
Uno de los profesores, José María Hernández, reivindica que “la conciencia medioambiental está al alza y el sector agrario va a más”. Hernández, además, señala que sus alumnos encuentran grandes facilidades para incorporarse al mundo laboral “a través de empresas de jardinería y mantenimiento, así como agentes forestales, ya que este año se han convocado unas diez plazas”.
No quedan ahí las labores para las que están cualificados sus estudiantes. Los que cursan el grado medio finalizan su currículo plenamente capacitados para ejercer como especialistas en actividades forestales, en aprovechamientos de maderas, corcho y leñas; maquinistas de procesadora forestal, tractorista, motoserrista, talador y trozador; corchero, especialista en trabajos de altura relacionados con árboles, en trabajos de repoblación y tratamientos selvícolas; aplicadores de productos fitosanitarios, viveristas e injertadores.
Desde el grado superior, por su parte, se abre un abanico de labores como coordinador de unidades de prevención y extinción de incendios forestales; encargado de empresas especializadas en luchas contra plagas y enfermedades forestales, práctico en trabajos de topografía, capataz forestal; encargado de viveros, responsable del hábitat acuícola continental y de las especies cinegéticas; encargado de repoblaciones (cinegéticas, piscícolas y astacícolas), control de especies invasoras, gestor cinegético; coordinador de trabajos de vigilancia rural, agente forestal y guarda de espacios naturales. Casi nada.
Y todo, para intentar que la huella del hombre sea lo más mínima posible en el entorno rural y nuestros descendientes sigan contando con los pulmones del planeta tierra a pleno rendimiento.
