El Rioja

Un proyecto de Grupo Rioja reduce los efectos de la oxidación en el vino

El Grupo Rioja ha impulsado un proyecto de innovación y desarrollo (I+D) cuyo propósito es el de mejorar la calidad de los vinos de Rioja a través del control del oxígeno mediante técnicas no intrusivas. En el proyecto, bautizado como ‘VIN-O2’, han participado cuatro de sus bodegas asociadas bajo la dirección técnica de Laboratorios Excell Ibérica.

Su propósito no era otro que el de mejorar la homogeneidad de los vinos reduciendo los efectos que produce su exposición al oxígeno en todo el proceso de vinificación, utilizando tecnologías novedosas y métodos que no interfieran en el proceso.

El fin último es elevar al máximo la calidad de los vinos, con mayor capacidad de envejecimiento tanto en barrica como en botella. Al poder limitar las dosis de sulfuroso en el vino, se perseguía que estos tuvieran un mayor carácter afrutado, siendo más fieles a su perfil territorial, varietal y de estilo de vino.

Los trabajos se han desarrollado durante tres campañas consecutivas en Bodegas Ontañón, Bodegas Riojanas, Bodegas Santalba y Bodegas Vivanco. Se han realizado análisis y mediciones del oxígeno disuelto en diferentes vinos a lo largo de las sucesivas fases de elaboración, desde la fermentación hasta su comercialización, pasando por descubes, trasiegos, sangrados y prensados, coupage, envejecimiento en barrica y embotellado.

Los análisis y estudios han permitido alcanzar un mayor conocimiento sobre las consecuencias de la presencia de oxígeno en el proceso de elaboración y desarrollar técnicas que permiten controlar la cantidad de oxígeno y, con ello, incrementar la calidad final de los vinos. Las pruebas se han complementado con análisis físico-químicos y catas de los vinos.

Nuevos protocolos

El análisis de los resultados ha permitido definir protocolos estándar que, al igual que en estas bodegas, pueden ser aplicados por otras, por lo que se recogerán en una guía de buenas prácticas que será difundida por Grupo Rioja entre sus socios.

Tal como explica Laura Ijalba, responsable del proyecto en Bodegas Santalba, “aunque existe un control de puntos críticos, en el proceso se realizan numerosas labores rutinarias en las que hemos descubierto cómo evitar el incremento del oxígeno en el proceso de elaboración y crianza mediante técnicas novedosas”.

Al igual que el resto de participantes, los responsables de la bodega de Gimileo están “muy satisfechos” con los resultados del proyecto, que les ha permitido estudiar el proceso, desde la elaboración hasta el embotellado, del crianza de la añada 2014. “Además -señala Laura Ijalba-, el control del oxígeno es especialmente importante en blancos y rosados”, ya que son más vulnerables al efecto del oxígeno.

En ello coincide Rubén Pérez Cuevas, enólogo de Bodegas Ontañón, donde la investigación ha tenido especial relevancia con los vinos blancos “por la importancia de evitar la oxidación y mantener el color”, aunque también han aplicado nuevas técnicas en rosados y tintos con mejoras sustanciales en la calidad de los vinos. Considera “gratificante” participar en este tipo de proyectos y destaca la “siempre excelente colaboración” con Antonio Palacios, director de Excell Ibérica.

El proyecto VIN-O2 ha contado con una subvención de 140.000 euros de la Agencia de Desarrollo Económico (ADER) para una inversión de casi 700.000 euros.

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