El vermú de Nochebuena es un clásico. Cuadrillas de amigos, grupos de familiares, compañeros de trabajo, reencuentros con los que viven lejos y, como en el anuncio, vuelven a casa por Navidad… todos salen en busca de esa alegría que da toparse con conocidos en la calle y los bares. En el centro de Logroño, la Laurel y alrededores se han convertido un año más en el centro neurálgico del buen ambiente, que desemboca en un unánime deseo de felicidad y prosperidad. Aquí va también el nuestro: Felices fiestas.
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