La UD Logroñés vive el mejor momento de su historia. Tras las primeras quince jornadas del campeonato, los blanquirrojos suman 33 puntos, han marcado ya 31 goles, encajado solamente 8 y sacan tres puntos al segundo clasificado (el Bilbao Athletic, con 30), cinco al tercero (Cultural Leonesa, 28) y seis al cuarto y quinto (Real Sociedad B y Valladolid B, 27). Una situación privilegiada de la que no hay precedentes similares: el actual es sin duda el techo en los diez años de existencia de la entidad.
Jamás los blanquirrojos habían comandado la clasificación en solitario a estas alturas del curso y para encontrar un momento parecido hay que trasladarse a la temporada 2014-2015, la de su primer playoff de ascenso. Con Carlos Pouso en el banquillo, los riojanos vencieron al Racing de Ferrol (2-1) y se colocaron colíderes con 31 puntos, empatados con Oviedo y Murcia. Un año después y a las mismas alturas de liga, el conjunto de Las Gaunas sumaba 28 puntos y era tercero; aunque ya a ocho puntos de la primera plaza.
Con respecto a la evolución de sus grupos en esta década; el Alavés (37 puntos en la temporada 2012-13), el Racing (con 36 el pasado curso), el Racing de Ferrol (36 en la 2015-16) y el Mirandés (con 36 dos temporadas y 35 en la 2011-12), habían conseguido más puntos que los de Logroño en la decimoquinta jornada de competición. Los vitorianos y los santanderinos acabaron en la categoría de plata. Para los mirandeses, reparto de sensaciones: un ascenso en 2012 y sin la guinda en 2018. Los gallegos tampoco lo lograron.
La proyección actual del equipo es estratosférica: de mantener el ritmo acabaría la temporada con 83 puntos, 78 goles a favor y 20 en contra. Unos números que llevan a soñar con la Segunda División. Sin embargo, el primer objetivo está claro: ser campeón de invierno. Depende de sí mismo para conseguirlo y le quedan cuatro partidos: visitas al Izarra y el Barakaldo y duelos contra el Leioa y la Real Sociedad B. Ese será el primer paso de cara a todo lo que pueda venir en 2020.