El Grupo Rioja ha explicado este martes que siempre ha defendido el arranque de viñedo como una «medida excepcional» en la Denominación de Origen Calificada (DOCa). La posibilidad está ahora más sobre la mesa que nunca, tras la movilización anunciada por las organizaciones profesionales agrarias Arag-Asaja, UAGR-COAG, UPA, UAGA y UAGN con el lema ‘Por un Rioja con viticultores’.
La asociación ha salido así al paso de las acusaciones lanzadas por las OPA, quienes protestarán este miércoles ante la sede del Grupo Rioja porque aseguran que alguna firma vitivinícola de esta asociación se niega a la citada medida, propiciando así que «no haya un acuerdo sobre el arranque de viñedo». A estos asuntos se refiere el director general del grupo, Íñigo Torres.
– ¿Cuál es su postura al respecto?
– Creemos que el arranque debe ser voluntario y excepcional, evitando afectar a viñas viejas y de menor producción para no comprometer la calidad del viñedo. También consideramos que los fondos para compensar esta pérdida de masa vegetal no deben provenir de ayudas europeas ya esenciales para la competitividad del sector.
– ¿En qué estado se encuentran las negociaciones?
– La Interprofesional del Vino de Rioja ha creado un grupo de trabajo sobre la gestión de la masa vegetal. En Grupo Rioja presentamos un cuestionario para que todas las asociaciones pudieran expresar sus opiniones sobre la superficie y condiciones en las que podría aplicarse el arranque de viñedos.
– ¿Qué medidas defienden actualmente desde Grupo Rioja?
– La mejor fórmula para recuperar el equilibrio y la rentabilidad en todos los eslabones de la cadena es mantener y profundizar en las medidas aprobadas por el sector. Consideramos el arranque de viñedos solo como una medida excepcional, que debería implementarse únicamente después de agotar estas opciones.
– ¿A qué achacan la crisis actual?
– Desde 2020, el sector ha sufrido el impacto de la pandemia, tensiones geopolíticas, alta inflación y cambios en los hábitos de consumo. Estos factores han provocado un descenso en las ventas de vino a nivel global, afectando a todas las regiones productoras y reduciendo la rentabilidad de viticultores y bodegas, independientemente de su tamaño y tipología.
– ¿Y qué han hecho desde entonces?
– En este escenario, en distintos foros hemos defendido las medidas implementadas en las dos últimas campañas, las cuales están logrando reducir las existencias y ayudando a recuperar el equilibrio. Además, proponemos intensificar el control sobre viñedos con exceso de producción, reinjertar a uva blanca y hacer una reestructuración profunda, así como el impulso de medidas para dinamizar la demanda y mejorar las ventas.
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