Después de seis jornadas disputadas en la Segunda Federación, ningún equipo riojano está descolgado y en general, llama la atención la combatividad de los dos recién ascendidos, el Alfaro y el Anguiano. Los riojabajeños cuentan con nueve puntos y se sitúan en media tabla, mientras que los serranos suman siete y se encuentran dos por encima del descenso. Se trata de un buen inicio para dos entidades cuyo objetivo no puede ser otro que la supervivencia. Situación muy diferente a la de la pasada campaña, donde el Náxara, recién subido, llevaba un punto.
Tras seis jornadas disputadas, los riojabajeños suman ya tres triunfos y han demostrado una gran capacidad competitiva. Así, los hombres entrenados por Óscar Gurría comenzaron la temporada con un triunfo ante el Gernika (0-1) y después, con otra victoria en casa, esta vez frente al Izarra (1-0). Fueron dos goles de Kevin y seis puntos el mejor arranque posible de temporada. Sin embargo, a partir de ahí se torcieron las cosas. Llegaron tres derrotas consecutivas sin marcar un solo gol: ante el Ejea (2-0), en casa ante el Tudelano (0-3) y ante el Eibar B (4-0).
Y para colmo, esos tres partidos fueron el momento de más lesiones en el equipo alfareño. La principal, la de un Iván Rubio que se rompió el menisco externo, el ligamento cruzado anterior, una fractura subcondral del platillo tibial izquierdo y esguince del ligamento lateral interno. Además de Rubio, cayeron lesionados también Arturo Fernández, Aitor y Álex Aguado. También Diego Lacruz, aunque ya entró en la convocatoria en el último partido. Un encuentro en el que los riojabajeños vencieron al Utebo por 4-2 y marcaron más goles en un partido que en el resto de temporada.
También le van bien las cosas a un Anguiano que es el equipo más humilde de la categoría. Representa a un pueblo de 500 habitantes y hasta el momento, lo ha hecho de manera intachable. Seis de sus siete puntos llegaron en Isla, primero ante el Utebo (1-0) y después, ante un Teruel recién descendido (2-0), con tantos de Arechavaleta y Sergio. Isla es una fortaleza de la que ningún visitante va a salir sin sufrir. Hasta ahora, solo ha ganado la SD Logroñés y lo hizo en la recta final del partido, por 0-1.
Como visitantes, los hombres entrenados por Héctor Urquía cuentan con un punto en su haber. Aun así, han competido cada partido. Cayeron por 1-0 ante el Eibar B, rascaron un punto en Calahorra (1-1) y cayeron, de nuevo, ante el Arenas, por 2-1. Es decir, que las tres derrotas que lleva son por la mínima. Para los riojalteños, es un sueño estar en la Segunda Federación y van a defender su plaza hasta el máximo. Ya lo están demostrando y quieren seguir así. Todo ello, a pesar de las numerosas lesiones que han afectado a hombres como Pavía (pretemporada), Moha, Medrano, Voltarel, Olarte o Héctor.
El Calahorra, la decepción
Hasta el momento, la decepción del curso está siendo un CD Calahorra que todavía no ha vencido. Van cinco partidos y queda pendiente la visita a Barbastro, aplazada por inundaciones en dicho estadio. Y en ese lapso, son dos empates y tres derrotas las encajadas por los riojabajeños. Dos puntos y posición de descenso para un equipo que dejó escapar el triunfo ante la Real Sociedad C (1-1). Hubiera sido revitalizante que el gol de Salinas valiera los tres puntos, pero los donostiarras empataron en el añadido. No hay manera de que ganen los hombres de un técnico, Íñigo Valencia, cuestionado por sus resultados.
UD Logroñés y SD Logroñés, a tiro de piedra del ascenso directo
No hay otra exigencia para la UD Logroñés que ascender directamente a Primera Federación. Y por ello, aunque el arranque, con cuatro victorias y dos empates, es bastante bueno; la exigencia es mayor. Alcanzar el liderato cuanto antes. Hacia ese camino van los de Miguel Flaño, con tres triunfos consecutivos, el último, ante el Ejea (2-0). También importa su solidez en el Municipal de Las Gaunas, con tres de tres ganados y solamente un gol encajado, ante el Gernika. Fuera de casa, un triunfo en Estella y dos empates, ante el Alavés B y el Teruel.
Los mismos puntos tiene la SD Logroñés, recién descendida y que, en palabras de su gerente Javier González, debe pelear por el ascenso directo. De momento, el bloque de Carlos Pouso se ha caracterizado por un rendimiento extraordinario en los minutos finales. Así logró vencer al Arenas de Getxo con remontada (2-1), al Anguiano (0-1) y en el último encuentro, también al Subiza (2-3). Y Lamadrid se ha mostrado como agente de las remontadas, con dos tantos en los minutos finales que han valido cuatro puntos para su equipo.
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