Reconoce Carlos Lasheras, director deportivo de la UD Logroñés, que le cuesta arrancar: «Quizá me notes más serio porque los lunes me cuesta un poco más ponerme en marcha». Su reloj biológico se para durante noventa minutos, el tiempo que dura el compromiso del fin de semana. Y después de cada encuentro como que le cuesta recuperar el aire. Vive el asunto con tensión, con nervios, con intensidad, porque reconoce que «no le gusta perder», que lleva mal las derrotas y tras una primera etapa exitosa en la UD Logroñés sabe que en este segundo intento la presión es aún mayor tras el resbalón final del curso pasado.
Ha tocado empezar de nuevo. Con nuevo entrenador, con nuevos jugadores, con nuevas ilusiones, con nuevos objetivos… pero algo no ha cambiado, «la dureza de otro verano realmente intenso en el que se duermen muy pocas horas porque todo cambia muy rápido y hay que estar al tanto de muchas cosas», explica Carlos Lasheras, que aceptó esta entrevista el viernes pasado, antes de conocer el resultado en Estella: «Estamos obligados a ganar en todos los sitios, así que felices por este resultado pero en nada estaremos de nuevo con la misma necesidad de triunfo».
-¿Qué valoración hace de estas primera cinco jornadas de liga?
-Es pronto para sacar conclusiones. Se empiezan a ver cosas, pero ni mucho menos definitivas. Ahora depende más del calendario que se tenga que de otra cosa. En nuestro caso, se puede decir que estamos teniendo un buen inicio de liga. Creo que son ya doce partidos, contando los siete de pretemporada, y hemos ganado ocho y empatado cuatro.
-Pero volvemos de nuevo a ver con temor la posibilidad de que un filial, en esta ocasión el Eibar B (ha ganado los cinco partidos jugados hasta el momento en liga) haga una temporada perfecta como la que se marcó el curso pasado el Bilbao Athletic.
-Insisto en que todavía es pronto. Y en esto del fútbol todo puede pasar. Pero no creo que estemos en la misma situación que el curso anterior con el Bilbao Athletic.
-¿Mantiene lo que dijo en verano de que el nivel medio de este Grupo 2 estaba aumentando respecto al curso anterior?
-Lo dije mientras se iban completando las plantillas. Ya entonces veía que el nivel medio de las plantillas iba a subir, aunque sin la presencia de un equipo que se fuera a salir como ocurriera el curso pasado. Vamos a ir viendo. Todavía es pronto. Vemos que hay filiales que están por abajo y que seguro que irán a más, y otros que por calendario están arriba y luego irán perdiendo puesto… Pero insisto en que es muy pronto para sacar conclusiones.
-¿Es el ascenso el único objetivo posible?
-No me gusta hablar de objetivos a largo plazo. Prefiero hacerlo a corto. Pero tampoco vamos a negar que somos un club que necesitamos cambiar de categoría. Aquí el objetivo es estar siempre lo más arriba posible. Pero solo podemos centrarnos en ganar partido a partido. Intentar no echar cuentas, no mirar en exceso la clasificación, no valorar que haya ahora mismo un filial (por el Eibar B) que lo ha ganado todo. Debemos disfrutar de la victoria de este domingo y de que el equipo está yendo a más. Y a partir de aquí, pensar solo en el próximo rival, que es el Ejea, un recién ascendido que ha comenzado bien la temporada. Pero tampoco nos vamos a engañar: todos sabemos que nuestro objetivo estar entre los primeros clasificados.
-¿Qué tal se relaciona con la derrota?
-No me gustan.
-Pero una cosa es que no le gusten y otra cosa es que las lleve mal…
-Soy bastante resultadista. Me gusta ganar, y no me gusta perder. Y cuando se gana estudiamos cómo mejorar, pero partiendo desde una victoria, y no desde una derrota. Y más en la categoría y en el límite en el que nos encontramos, porque no nos podemos dejar puntos en cualquier sitio.
-Aprende de las victorias. Y también, imagino, de las derrotas. ¿Qué aprendió de la derrota ante el Marbella?
-La veo ya muy lejana… Aquello está lejísimos. Pasé rápido página y al día siguiente ya estábamos trabajando. Se aprendió pero se pasó página rápidamente.
-¿Desde esa derrota se puede entender mejor la actual plantilla? Hay cambios importantes respecto al curso pasado. No solo de nombres sino de los perfiles de los futbolistas que la conforman siendo la misma Segunda Federación.
-Cada temporada es diferente, incluso en la misma categoría. Los rivales son diferentes, el entorno es diferente, se van a ver las cosas de forma diferente. Y valorando muchos puntos decidimos tirar por esta dirección porque entendemos que las cosas han cambiado respecto al curso anterior.
-Sorprende la cantidad de factores que incluye antes de comenzar a crear una nueva plantilla. ¿De dónde surgen estos factores? ¿Es algo personal o lo establece con su equipo de trabajo? ¿Cuesta mucho fijar estos criterios de creación?
-Cuesta tres meses sin dormir. El verano es muy duro, porque hay que pensar mucho. Cada día todo cambia. Cambia el mercado, cambian los jugadores… Y para todo esto contamos con un equipo de trabajo que analiza la situación y toma decisiones en las que por supuesto también participan los entrenadores.
-Y sin embargo usted fichó a muchos futbolistas sin tener entrenador.
-Porque esto no se puede parar. Hay asuntos en los que un club no puede detenerse. Hay decisiones que debemos tomar como club.
-Se habló de la continuidad de Diego Martínez, de la llegada de Aitor Calle, y sin embargo se firmó a Miguel Flaño. ¿Fue la tercera opción?
-No era, como crees, una escala en la que había un primero, un segundo… Para nada.
-¿Por qué Miguel Flaño?
-Teníamos donde elegir y fuimos poniendo en una balanza lo que se creíamos era lo más adecuado y al final sale lo que quieres o lo que crees que es lo mejor para el club. Después de valorar muchos aspectos nos decidimos por él.
-¿Y por qué él?
-Por las ganas que tiene. Conoce el fútbol profesional y quiere hacerse un hueco en este mundo. Pero necesita de un periodo de adaptación. Necesita conocer el club, la ciudad, la afición que hay detrás, lo que significa entrenar a esta entidad, necesita conocer a la propiedad, a la directiva… Necesita ese periodo de tiempo. Es una persona joven, con muchas cosas buenas, y con capacidad, por edad y experiencia para acortar los tiempos en relación a entrenadores más veteranos.
-Es indiscutible que Flaño necesita un tiempo para conocer bien a la UD Logroñés. Pero debe hacerlo ganando.
-Por supuesto.
-¿No complica esto un poco el proceso de adaptación?
-Le ocurre a Flaño, pero le pasaría lo mismo si fueran Guardiola o Ancelotti. Aquí hay que ganar todos los partidos. Es lo que queremos y lo que exigimos en un club y en un equipo como el nuestro. Lo que pasa es que el rival también juega, también prepara los partidos… y necesitamos un periodo de adaptación de muchos jugadores que juegan por primera vez en el norte y el entrenador necesita también conocer a los jugadores, y elegir para encontrar el mejor equipo para cada partido. Y todo lleva un periodo de adaptación. Pero como bien dices, de forma paralela viene un calendario, vienen unos rivales… Esto es así. Pero jugamos a 34 jornadas, queda mucho y el equipo va a ir cogiendo la dinámica y lo quiere el entrenador, e iremos, poco a poco, ocupando nuestro sitio.
-Ganar en Estella servirá para aliviar un poco la presión existente por no haber ganado aún fuera.
-Y dentro de dos semanas estaremos de nuevo en la misma situación. Mira, siempre pongo un mismo ejemplo a los jugadores y entrenadores que llegan a este club para que sepan perfectamente dónde están y cuál es la exigencia. Les digo lo que me ocurrió a mí en mi primer partido como director deportivo del Logroñés. En la primera jornada de liga, en Las Gaunas, ante el Barakaldo, en el minuto 7 ya nos pitaron. Estamos en un sitio en el que la exigencia es máxima, y más esta temporada. El domingo habrá que volver a ganar, y al siguiente… Esto es así.
-¿Le sorprendió a Flaño esto que le contó? Aunque él viene de un club megacompetitivo.
-No. Pero aun así cada sitio es diferente. A nosotros ahora nos toca ganar siempre. Hay otros lugares en lo que no es así. Porque sencillamente no eres un equipo que debe estar arriba.
-Es lo que tiene estar en un club que a día de hoy, en Segunda Federación, tiene 3.907 socios.
-El aficionado sabe que el proyecto va en serio. Que es un proyecto ganador que por circunstancias, y en el fútbol todos los clubes pasan por diferentes situaciones, le toca ahora vivir esto. La gente se ha dado cuenta de que este es un proyecto ganador y que va a seguir creciendo. Será cuestión de uno, dos, tres o cinco años; o que pasemos por aquí uno, dos, tres personas distintas. Pero al final se va a conseguir porque se están poniendo los mimbres. No se logra todo en una o dos temporadas, pero al final se va a conseguir. La afición se ha dado cuenta de que va a llegar. Y quiere estar con el equipo. Sabe que ahora son momentos malos, lo pasa mal, lo están pasando mal, pero saben que algo bueno va a llegar. Lo vislumbra en el horizonte, y el aficionado joven se ha enganchado porque quiere ver fútbol profesional de nuevo en Logroño.
-Da la sensación de que una UD Logroñés en andamios logró su mayor éxito deportivo que fue aquel ascenso a Segunda, y que ahora que ya tiene la fachada despejada y ha entrado a vivir en un piso preparado para el fútbol profesional le está costando lograr los éxitos deportivos necesarios. ¿Ha formado parte de esas dos etapas, no sé qué opinión le merece?
-Este club tiene unos años de historia -quince-. Y para que la gente apoye, se involucre, quiera esta camiseta… se necesita tiempo. Cuanto antes se consigan los objetivos deportivos engancharemos mucho más a la ciudad y a la gente. Sin los objetivos deportivos cumplidos va a ir costando, pero se sigue creciendo porque esta ciudad ha demostrado en muchas ocasiones que quiere fútbol. Y de forma paralela, el crecimiento patrimonial es evidente. Son un cúmulo de cosas que ayudan a que más gente se vaya incorporando al club. Es cuestión de tiempo.
-Pero la realidad es que el club está en la cuarta categoría. Y es algo en lo que insiste Flaño, en que conviene asumir esta realidad.
-Desde aquí siempre trasladamos este mensaje. Que la humildad es necesaria, que somos un club de Segunda Federación. Todos los que estamos ahora en el club somos de Segunda Federación. Somos lo que somos. Y lo seguiremos siendo mientras no lo cambiemos.
-Se reconoce como resultadista. ¿Cómo empieza a ser el equipo de Flaño?
-Estamos en un momento de adaptación, buscando el mejor equipo. Creo que seremos un equipo con capacidad para adaptarnos bien a los diferentes campos y rivales. El equipo va a ir a más. En casa estamos siendo solventes, en cuanto a goles en contra estamos bien; iremos a más, y el equipo irá definiendo poco a poco su imagen.
-¿Detecta más presión este año que durante el curso anterior?
-Sí. Hay más nerviosismo.
-¿Le preocupa?
-No. Sé perfectamente lo que hay. Y si no se sube, el año que viene irá a más… Y el siguiente a más… Sí, sí; no me sorprende. El ejemplo claro fue aquella pitada en el minuto 7 en la primera jornada de liga. La exigencia en este club es muy alta. Me he puesto algunas camisetas, cuando era jugador, y unas pesan más que otras.
-¿Y esta camiseta cuánto pesa?
-La camiseta del Logroñés pesa por tener una ciudad detrás y 4.000 socios. Lógicamente no puede pesar lo mismo que la del Izarra. No puede pesar igual. Yo sé lo que pesa la camiseta del Málaga. Hay que entender que estamos en el Logroñés, que somos un equipo que tiene que crecer, que hay una exigencia y hay que asumirla. Y si no la soportamos pues hay que irse a otro tipos de equipos.
-¿Pesa tanto como un lleno en Las Gaunas?
-Ese lleno da energías para seguir intentándolo. Este club tiene potencial para crecer. Pero siempre deben quedar ‘muertos’ por el camino hasta que se supera la meta. Estuve en el Alavés, que estaba en Concurso de Acreedores, y mira ahora dónde está ahora y a qué nivel. Así es la vida y el fútbol. Pasamos por un momento determinado, y vamos a ver si lo hacemos bien para que el club siga creciendo, poniendo cada uno nuestro granito de arena. Este club está muy vivo, pero hay que tener paciencia. Y sé que es difícil que la gente entienda esto de la paciencia pero es necesaria.
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