Poco más de dos años quedan para que la AP-68 pase definitivamente a ser una vía liberada. Se acabó lo de tener que pasar por caja o tener de ‘fiel compañero’ al Vía-T para que los viajes les resulten rentables a los riojanos. La fecha marcada en el calendario es el 10 de noviembre de 2026, desde que en el año 2000 el gobierno de José María Aznar ampliase la concesión de la carretera, que hubiese terminado en 2011, por otros 15 años más.
Desde 2018, más de mil kilómetros de las distintas autopistas españolas ya no son de pago. Sus peajes pasaron a la historia para un proceso de liberación que se encontró con dos problemas principales: la falta de vertebración territorial y la de accesibilidad y movilidad.
Los quince años de más que los riojanos han tenido que ‘comerse’ una vía de pago, al menos, han servido para que una vez liberada, estos dos problemas se encuentran solucionados.
Hasta este momento, y especialmente en los últimos meses, alrededor de la vía se están produciendo significativos cambios. Convertir lo que hasta ahora es una autopista en una autovía conlleva hacerla mucho más accesible (que haya más salidas y entradas) y además conectarla de forma adecuada con otras carreteras. En este caso, la futura A-68 estará estrechamente enlazada con la N-232, pero también con otras importantes vías como la LR-250 y la N-111.
En cuanto a movilidad, son tres los puntos claves de la ya casi extinta AP-68: el entorno de Logroño (donde la movilidad es mayor que en cualquier otro punto de las geografía riojana), Calahorra (con sus conexiones hacia Navarra) y Haro (con sus conexiones tanto a País Vasco como a Castilla y León).
Ocho enlaces para la Ronda Sur
Esto último es lo que se intenta con la Ronda Sur de Logroño. Discurrirá entre Arrúbal y Navarrete, con una longitud de casi 30 kilómetros, cinco de ellos de nueva autovía y el resto sobre la actual autopista. Cuando entre en servicio, se estima que soportará el paso de unos 40.000 vehículos al día.
Tan importantes como el desvío de tráfico que evitará el paso por la circunvalación de Logroño son los ocho enlaces que aportará la Ronda Sur y que vertebrarán el cinturón de la capital. Cinco de ellos son de nueva construcción.
En la actualidad la AP-68 tiene nueve peajes sobre territorio riojano. La A-68 tendría siete accesos más, cuatro de ellos ubicados en el entorno de la capital, además de los que se pretenden construir en Aldeanueva de Ebro y Briones.
El proyecto y las obras que vienen realizándose desde noviembre de 2019 contemplan accesos nuevos a la autovía en Arrúbal, Villamediana, Lardero y Fuenmayor. Además del cambio de ubicación del de Logroño y la eliminación de peajes o remodelaciones más sencillas en Agoncillo, Recajo y Navarrete.
Con un presupuesto de 118 millones de euros y una partida ejecutada que ya ronda los 90 millones, el trabajo duro de las obras ya está finiquitado. El tramo tiene su origen en la N-232, concretamente en el punto kilométrico 386,5. Desde allí, se definen los ejes que enlazan con el tronco de la actual autopista hasta el enlace de Arrúbal.
En estos momentos, el enlace de Villamediana de Iregua es el que lleva un mejor ritmo en las obras. Las previsiones auguran que podría estar concluido para finales de año, pero la realidad es que no se pondrá en marcha hasta que no quede liberada la autopista. ¿La causa? El coste que supondría colocar los peajes para dos años, en el mejor de los casos.
Así, a la ronda Sur no le quedará otra que esperar a la A-68 para entrar en funcionamiento. Aún así todo está prácticamente hecho en este enlace: los puentes, las rotondas, las vías de salida y entrada… Poco más que el asfaltado y la señalización restan para que estas obras se den oficialmente por concluidas.
Que esta infraestructura no esté disponible hasta noviembre de 2026 supondrá un retraso de más de tres años sobre lo previsto inicialmente. Una fecha que se ha ido posponiendo desde la concepción del proyecto.
Conexiones en Haro y Calahorra
En La Rioja Baja, el enlace de Calahorra es el más adelantado en cuanto a trámites (tras completar el de Lodosa abierto desde agosto), que en la actualidad cuenta con un nefasto acceso entre la AP-68 y la N-232 que obliga a una cantidad enorme de tráfico pesado a pasar por uno de los puntos más conflictivos del entorno calagurritano.
El proyecto ya se ha adjudicado por un importe de 9,5 millones de euros. La idea es que la unión entre la N-232 y la AP-68 se realice sin necesidad de que haya que ‘subir’ a la rotonda de acceso entre Arnedo y Calahorra, es decir, en el entorno del supermecado Eroski.
También el acceso de Haro se verá mejorado en unas futuras obras de las que poco se sabe hasta el momento. El ministro de Transportes, Óscar Puente, anunciaba en su visita a La Rioja que se encuentra en redacción un proyecto de conservación para mejorar la intersección del acceso a la AP-68 desde la N-126, donde también son frecuentes los accidentes. El proyecto se está redactando desde el propio Ministerio sin necesidad de sacarlo a licitación y parece ir también bastante adelantado.
Estas dos obras estarían terminadas o a punto de terminar con la liberación de la autopista, según las previsiones del Ministerio.
Uno nuevo en La Rioja Baja y otro en La Rioja Alta.
Más allá de lo que incumbe al entorno de la capital, la nueva A-68 contará con otros dos nuevos enlaces. Uno está previsto en Aldeanueva de Ebro. La realidad es que el municipio se encuentra ubicado entre dos de los peajes más distantes de los que ahora existen: el de Alfaro y el de Calahorra.
Además, la idea siempre ha sido construir otro enlace en La Rioja Alta. Se ha hablado durante tiempo de la posibilidad de distintos emplazamientos. Ahora la situación está en manos de reuniones que están manteniendo el Ministerio con el Gobierno regional y la idea es hacerlo en Briones o en San Asensio. De uno a otro no habría más de medio kilómetro de distancia, pero ambos municipios quieren convertirse en punto estratégico.
Por último, el Gobierno de La Rioja plantea desde hace años un posible acceso a la autovía entre Alfaro y Aldeanueva de Ebro, que conectaría la vía con la comarca de Cervera a través de la LR-385.
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