El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en servicio los trabajos de humanización de un tramo de tres kilómetros de la carretera N-232A a su paso por el municipio riojano de Tirgo, en el que se ha invertido un millón de euros para adecuar la vía al tránsito de peatones y reducir espacio al vehículo privado.
El objetivo de esta actuación es promover una movilidad activa y sostenible, reforzar la seguridad vial y contribuir a mejorar la calidad del aire en el municipio.
Los trabajos han consistido en la disminución de la anchura de los carriles en el tramo urbano para calmar el tráfico y conseguir una mayor superficie en aceras, que se han dotado de alcorques con árboles y bancos para favorecer la movilidad peatonal.
Además, se ha prohibido la circulación de vehículos pesados en una zona de la travesía para mejorar la seguridad de los peatones y la calidad del aire y de la vida de los vecinos de Tirgo.
Estas actuaciones han incluido la rehabilitación del puente sobre el río Tirón, lo que ha permitido un paso seguro de los peatones entre las márgenes del río y bajo la estructura.
Tras la construcción de la variante de Tirgo, la carretera N-232 que transcurría dentro de su término municipal pasó a denominarse N-232A y perdió su funcionalidad dentro de la Red de Carreteras del Estado. Por eso, esta humanización de la travesía lleva implícita la cesión de esta al Ayuntamiento de Tirgo, que es el nuevo responsable de su conservación y mantenimiento como titular de la vía.
Esta actuación ha sido financiada con cargo a los fondos Next Generation EU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que contempla invertir 105 millones de euros en iniciativas de humanización de travesías, como esta de Tirgo.