Vivanco estrena cortometraje y exposición inédita con motivo de su 20º aniversario. El 2024 es un año de celebración para la Bodega Vivanco, su Fundación y Museo de la Cultura del Vino a través de la cual la familia Vivanco continúa su labor de divulgación en torno a la cultura del vino y su papel pionero en términos de innovación en ‘la nueva Rioja’.
‘Vivanco detrás del sueño: Angélica Sáez’ es el título del cortometraje en el que la familia Vivanco recoge los recuerdos de estos 20 años a través de la mirada de Angélica Sáez, viuda de Pedro Vivanco. Durante el mismo, los testimonios de Santiago y Rafael Vivanco, así como los de su madre, Angélica Sáez, trazan una línea de recuerdos que parte del sueño de Pedro Vivanco en 2004 y su legado hasta la fecha. Este cortometraje, que ve a la luz de forma inédita en este 20º aniversario se hará público próximamente a través de los canales propios de la bodega.
Así mismo y como parte del homenaje que Santiago y Rafael Vivanco han querido mostrar a su madre, este aniversario lleva el nombre de Angélica Sáez mediante una exposición temporal inédita que encabeza ahora el Museo Vivanco de la Cultura del Vino. ‘De la vida y el vino’ recoge una serie de obras que Angélica ha ido creando durante estos 20 años de vida ligada al mundo del vino, aportando una visión artística a este recorrido familiar. Este es un homenaje a las raíces artísticas de la familia Vivanco, que han sido un pilar fundamental en el trabajo cultural que la bodega ha desempeñado durante estos años y por la cual es reconocida a nivel internacional.
“Este es un año de celebración para nosotros. Cumplimos 20 años de un sueño que ha sido posible gracias a nuestra madre, Angélica Sáenz. Es por ello que este aniversario se lo queremos dedicar a ella, rendirle un homenaje porque somos lo que somos gracias a ella. Nuestro padre formó este sueño familiar y siempre hablamos de él, pero no se ha hablado aún de todo lo que hay detrás. Nuestra madre ha sido siempre fundamental no solo aportando sus valores, pilares de nuestra familia, sino formando parte indiscutible de cada decisión que nuestro padre iba tomando”, explican Santi y Rafa Vivanco.
“Cuando compramos este terreno fue gracias a que mi madre animó a hacerlo, igual que fue ella quien nos trasladó la parte artística e insistió en que pudiéramos comprar la primera pieza de arte para nuestra colección. Sin duda, el Museo Vivanco de la Cultura del Vino es gracias a ella y a su sensibilidad y es momento de reconocérselo con una exposición de todas las obras que ella ha ido pintando en estos años”, apuntan.
