El Rioja

Labastida, con el vino en vena y la historia empedrada

Algunos de los vinos catados durante la jornada de Prensa celebrada este jueves en la villa de Rioja Alavesa

La mejor manera de adentrarse en el corazón de Labastida es perderse por su laberinto de asfalto y empedrados. Calle arriba, calle abajo, desde el barrio de La Mota hasta el del Olmo sin olvidar un solo rincón de la arquitectura barroca y medieval que rebosa por sus fachadas. Y entre tanta casona de piedra de sillería se cuela también alguna que otra bodega porque, entre otras cosas, Labastida puede presumir de ser un referente histórico en la elaboración de vino.

Allá por el siglo XVIII, el clérigo bastidarra Manuel Quintano emprendió un viaje a Burdeos que posteriormente daría sus frutos fomentando el desarrollo de la villa, ya que sirvió para introducir en estas tierras la técnica de elaboración de vino denominada ‘de Burdeos’. Una historia que situó a Labastida en lo más alto en cuanto a la producción de uva y elaboración de vinos en esta región. Es por ello que los vecinos que hoy continúan creando la historia del pueblo han querido recuperar esas tradiciones con ‘Bodegas a pie de calle 2.0’, un evento único donde sacar sus mejores vinos a la calle para que el público los disfrute y a la vez se empape de su cultura.

Será los próximos días 5 y 6 de julio cuando la localidad se convierta, con todo detalle, en aquella villa del siglo XVIII de la mano de catorce bodegas del municipio (Aimarez, Manuel Quintano, Gontés, Carlos Sánchez, Tierra, Torres, Tronado Wines, Alain Quintana, Área Pequeña, El hombre orquesta, Granja Ntra. Sra. De Remelluri, Finca La Rica, Mitarte y Dominio del Challao) junto a otras dos francesas invitadas: Domaine Francois Legros, de Borgoña, y Chàteau Cardinal-Villemaurine, de Burdeos.

Con ello, se recupera esta tradicional jornada que no se celebraba desde 2020, pero dándole un enfoque muy distinto. “Lo que buscamos en dar valor a los vinos que se hacen en Labastida, la mayoría elaborados por pequeñas bodegas familiares que se dedican a esto desde siempre. Y queremos hacerlo con unas jornadas en las que el público tenga la oportunidad de probar algunos de las mejores creaciones. Vinos de Viñedo Singular, parcelarios, monovarietales, vinos únicos y muy especiales que reflejan el potencial de esta tierra”, destacan desde el municipio. Las entradas para el evento del próximo viernes y sábado se pueden conseguir aquí.

Algunos de los vinos que se elaboran en esta villa de Rioja Alavesa.

Esta fiesta ha tenido su preámbulo durante este jueves con la Jornada de Prensa organizada por el consistorio y la Oficina de Turismo de Labastida para comunicadores del ámbito del vino y la gastronomía. Una experiencia para conocer desde dentro la magia de esta villa de Rioja Alavesa que tiene su mejor expresión en cada una de sus bodegas.

El programa contó con diversas visitas y catas para explorar el patrimonio del municipio tanto vitivinícola como también monumental y natural. La primea cita vinícola se celebró en la ermita del Santo Cristo, donde se descorcharon Capitán Trueno, de Tronado Wines; Área Pequeña, de la bodega del mismo nombre, y Familia Quintana, de Alain Quintana.

Tras un paseo por el camino del Machimbrao descubriendo las esculturas del artista local Pedro Pablo que decoran este recorrido, la otra gama de vinos aguardaba en la plaza del pueblo. Este encuentro lo protagonizaron los propios autores de estas obras vinícolas: Rodrigo Fernández, con El Hombre Orquesta que da nombre a su bodega; los hermanos Arturo y Javier Amurrio de Finca de La Rica, que sirvieron El Nómada, y Julio Carreter, enólogo de Familia Torres, que deleitó con Las Pisadas y Malpastor.

Entrepeñas, el vino de Viñedo Singular de Mitarte, fue otra de las referencias que se probaron.

La ruta enogastronómica, porque no faltaron las chuletillas al sarmiento y unas barras de buenos pinchos, continúo con una edición limitada de Aimarez, un maceración carbónica fermentado en barrica que presentaron los hermanos Aitor e Iñaki Mata Pérez, actualmente al frente de la bodega familiar. Poco después entró en escena el Gontés que elabora Jesús González Teso, ese vino que ha logrado colarse en la feria del Millonario de Moscú, la mayor concentración de productos de lujo, gracias al buen hacer de los distribuidores. El blanco Entrepeñas Viñedo Singular, de Mitarte, y Manuel Quintano El Pionero, de la cooperativa de Labastida, que homenajea a esta figura que logró cumplir su sueño de crear un vino capaz de retar al tiempo con su envejecimiento. Este clérigo fue el primero en criar el vino en barrica y enviarlo a América, por ello se le conoce como “el pionero”.

En las entrañas de Tierra

Tierra fue la bodega elegida de la jornada para conocer ese laberinto de cuevas subterráneas en lo que fue el barrio judío de la localidad allá por los siglos VIII y IX. Ahí, Carlos Fernádez todavía mantiene en uso numerosos lagos de hormigón a diferentes alturas. Con 17 vinos en su portfolio de ventas, Bodegas Tierra es la única en el mundo con un depósito de mármol con capacidad para 1.000 litros donde su enólogo y viticultor elabora desde 2021 un rosado (el único vino que hace ahí), una joya muy gastronómica y mineral.

Interior de Bodegas Tierra.

Lindes de Remélluri Viñedos de Labastida, de Telmo Rodríguez; Los Montes Bellos del Buradón, un parcelario de Carlos Sánchez, y La Greña, un cien por cien malvasía riojana de Bodegas Tierra, fueron los otros tres vinos que se degustaron en esta jornada para completar un abanico con amplia diversidad varietal y de suelos sin salir de las murallas de Labastida. Un viaje que se completó a través de una quincena de diferentes referencias para degustar el pasado y presente de un pueblo con el vino en vena.

Subir