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El asistente riojano Eduardo de la Hoya vive un infierno en el Nàstic-Málaga: “Vais a morir”

El asistente riojano Eduardo de la Hoya tuvo que vivir una situación lamentable en la vuelta de la final del playoff de ascenso a Segunda entre el Nástic y el Málaga (2-2), donde los andaluces retornaron al fútbol profesional gracias a un tanto agónico en el minuto 122. El encuentro ya venía caliente y tuvo que ser detenido en la prórroga, por incidentes desde la grada (lanzamiento de objetos y balones), pero al final se desató lo peor. De La Hoya, asistente número 1, sufrió un auténtico infierno, con empujones, insultos gravísimos y riesgo para su integridad física por parte de “directivos y propietarios del Nàstic”. Junto a sus compañeros trencillas, tuvo que salir escoltado del campo hasta su hotel por las fuerzas de seguridad.

Así lo explica el acta, redactada por el colegiado Mallo Fernández. Los primeros incidentes graves llegaron en el minuto 120. Ahí, el propio De La Hoya recibió un grave insulto por parte del jugador del Nàstic David Concha en el minuto 120. “Sois unos sinvergüenzas, hijos de p….”. Además de ello, el trencilla relata que le lanzó el agua de una botella de 33 centilitros sobre su cuerpo. No quedó ahí la cosa, puesto que ya finalizado el partido, el propio De La Hoya fue víctima de un empujón en el túnel de vestuarios por parte “de un miembro del cuerpo técnico del club local”.

Ya de por sí son dos hechos totalmente graves e intolerables, pero no fue lo peor. El cuarteto de jueces tuvo que vivir escenas muy peligrosas para su integridad física. Según recoge el acta, los colegiados tuvieron que acceder a vestuarios escoltados por la fuerza pública al saltar al césped multitud de aficionados con intenciones hostiles hacia el cuerpo arbitral. Además, a su llegada a los vestuarios, “se produjeron multitud de incidentes”, algunos de ellos, muy explícitos.

Tal y como narra el testimonio del colegiado Mallo Fernández, “varios directivos y propietarios del club” bajaron a vestuarios con el fin de intimidar e insultar a los colegiados. El acta recoge lo siguiente, de forma explícita: “Golpean con agresividad nuestra puerta hasta en 24 ocasiones. Se dirigen hacia nosotros abriendo la puerta, entre lo que identificamos lo siguiente: ‘Vais a morir, sinvergüenzas, tu hijo va a morir, ójala os matéis, hijos de p…., que muera vuestra p… familia. Cobardes hijos de p…, dar la cara hijos de p…. que os vais a enterar, no tienes huevos, tu p… madre, te voy a recibir hasta el final, si tienes huevos baja’.

Tas tales amenazas los árbitros reconocen que temieron por su integridad física “al ver cómo abrían la puerta de vestuarios y nos increpaban”. Además, subrayan que la seguridad presente les dijo que era imposible “retirar a esa gente”, dada su condición de “directivos” del club. Por lo tanto, tuvieron que salir escoltados “por la fuerza pública” del estadio y también hasta llegar al hotel, “con el fin de garantizar su seguridad”. Algo totalmente injustificable.

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