La Rioja

“Está demostrado que Conrado Escobar vino para destruir”

FOTO: Fernando Díaz

Esté en la oposición o en el Gobierno, los intereses de los logroñeses siempre permanecerán por encima de todo para Rubén Antoñanzas. Confiesa que no dejará de ser el ‘Pepito Grillo’ de la política municipal porque no tiene ningún problema en quedarse solo si cree firmemente en algo, y más si detrás hay un movimiento social o vecinal.

Tras un año en la oposición, destaca que el proyecto de Conrado Escobar al frente del Ayuntamiento de Logroño es muy poco ambicioso y que, a este paso, “puede terminar destruyendo la economía de la ciudad”.

– Un año después de que Conrado Escobar comenzara su legislatura, ¿cómo está Logroño?

– Sigue igual en muchas cuestiones negativas. Igual de sucio y peor en lo que concierne al progreso de la sociedad. Si por algo se ha caracterizado Conrado Escobar es por cómo se ha escorado hacia la extrema derecha. Parece que está gobernando, pese a que tiene mayoría absoluta, un bipartito formado por el Partido Popular y por Vox y eso provoca que políticas muy importantes para la sociedad están siendo bloqueadas o mermadas. Pero es que además, Escobar ha cedido a los intereses de Vox en cuestiones tan fundamentales como los derechos de la infancia, asuntos de medio ambiente, la ordenanza para abolir la prostitución…

Foto: Fernando Díaz

Pero es que además la ciudad está muy paralizada. Únicamente se está ejecutando alguna de las cuestiones que ya había hecho el anterior equipo de Gobierno y la situación económica es complicada. Está claro que el alcalde gasta más en cuestiones de imagen que en atender los servicios de la ciudadanía.

– Usted habla de “parálisis económica y urbanística”

– Conrado Escobar ha bajado los impuestos a los que más tienen y las ha subido a la mayoría de la población, que somos los que tenemos los sueldos medios. En marzo el Ayuntamiento emitió un informe que anunciaba importantes recortes y actualmente nos encontramos con un remanente de 148.000 euros, el más bajo de toda la historia de la ciudad. Eso implica que ante cualquier situación sobrevenida no hay dinero en la caja para afrontarla.

Pero es que, además, Escobar nos engañó en los Presupuestos… Presupuestó una venta de terrenos por 20,2 millones y en marzo, cuando un informe nos alertaba de que había que subir los impuestos porque si no no daba, las previsiones de 20 millones pasaron a 1,5. Esos 20 millones estaban destinados a activar la economía de la ciudad, a hacer inversiones en los barrios, a arreglar centros educativos… y ahora todas esas inversiones desaparecen. Lo único que está desarrollando es lo que dejamos el Gobierno anterior con Fondos Europeos, y las previsiones que tiene son el proyecto de la antigua estación de autobuses, un proyecto que consiguió el Partido Riojano, y la gran “novedad”: 4 millones para las obras de La Glorieta. 4 millones en una situación económica tan comprometida que además es un proyecto de Cuca Gamarra. ¿Hay necesidad de gastarse ese dinero en acondicionar una plaza? Lógicamente tenemos otras necesidades.

Foto: Fernando Díaz

Conrado está demostrando que venía a a destruir. Le gusta la política de efecto, la de llamar la atención y no sopesa las consecuencias que pueden conllevar determinadas decisiones. Por ejemplo, decidió, sin consultar al Ministerio y engañándonos a todos, acabar con el carril bici de Avenida de Portugal. El problema es que igual termina destruyendo la economía de la ciudad.

– Y hablando de consultar, ¿cómo va el consenso y el diálogo en el Ayuntamiento de Logroño?

– Si le preguntara a Vox le dirán que muy bien. Conrado prometió que iba a dialogar como si no tuviera mayoría y lo está cumpliendo con Vox, con el resto de formaciones no. Nos vendió ‘Pactos con Ñ’ y lo apoyé en un principio. Un año después son ‘los pactos del engaño’ porque no ha habido ningún tipo de gesto por su parte. El Partido Riojano siempre le ha tendido la mano al diálogo, es más, hemos tratado de llegar a acuerdos con temas presupuestarios y sociales que han quedado absolutamente incumplidos. Me puedo creer que en un principio Escobar, en su sueño dorado, quisiera destacar por su talante dialogante, pero el día a día hace ver que teniendo la mayoría, qué necesidad tiene de hablar. Me consta que le incomoda nuestra oposición tan crítica, nuestras mociones en apoyo a la familia o la conciliación, como la petición de apertura de los patios de colegios y algo que me sorprende negativamente es la poca empatía social de Escobar con las familias que peor lo están pasando.

– Con esto se refiere, por ejemplo, a las tasas que se han subido en cuestión de deportes. ¿Cómo dejó Logroño Deporte y cómo está ahora?

– Nosotros apostamos mucho por el deporte como gran ciudad. Estamos obligados a ofrecer a la ciudadanía deporte, y si por algo nos caracterizamos cuando estuvimos en el Gobierno, y aquí agradezco enormemente la confianza de Pablo Hermoso de Mendoza, es por hacer una fortísima inversión (un millón por legislatura) en renovación de instalaciones y por apostar en nuevos deportes. La preocupación que siempre he tenido como concejal es nuestro deporte base, precisamente el que necesita que todas las instalaciones estén continuamente en perfecto estado.

Foto: Fernando Díaz

Pero en este último año ha habido un giro. Ahora se destina muchísimo más dinero a los equipos de referencia, se ha paralizado el mantenimiento y avance de instalaciones deportivas, no se ha inaugurado nada, no se han hecho obras, se ha reducido el número de deportes que había en la ciudad, ya no hay curling, ni EA Sport, han desmantelado el embarcadero… Y además, han anunciado un aumento de las tasas al deporte base. Una subida que la soportan las familias. Yo dejé Logroño Deporte con 50.000 abonados con un grado de satisfacción bastante alto y ese potencial no deberían perderlo.

– Otras de las cuestiones que más polémica está suscitando es la situación del Casco Antiguo de la ciudad…

– La realidad es que es compleja. Es indiscutible la situación de hartazgo que tienen los vecinos de la zona. Se nos ha ido de las manos, y hay que ser conscientes. Yo defiendo la calle Laurel, creo que es nuestra seña de identidad como ciudad, es un modelo que ha funcionado durante 50 años donde convivía el tomar un vino con la buena relación con los vecinos. Pero en el último año está tomando una deriva de convertirse en una zona de copas que no me gusta. Quiero que se mantenga esa hermandad que nos ha hecho famosos y no quiero que se transforme en una zona de copas, de ahí nuestra moción. Y sí, han surgido enfrentamientos con los hosteleros, mejor dicho, con los dirigentes de los hosteleros, que es diferente. Porque si ahora fuéramos por La Laurel y preguntáramos en cada bar, abogarían por el modelo que nos ha hecho internacionalmente conocidos.

Y a esto hay que sumarle el abandono por la apuesta en viviendas en el Casco Antiguo. Nosotros siempre hemos creído que es una zona donde se puede vivir. Ahora tenemos una oportunidad muy importante con la Ley de Vivienda Protegida y seguimos pensando que es una opción muy interesante para construir vivienda, pero para jóvenes y enfocada al alquiler. Un espacio donde los jóvenes puedan plantearse su inicio de vida y luego, en el futuro, puedan trasladarse a otros barrios. Estamos en un momento en el que hay que apostar por la vivienda real, no de fin de semana ni turística, y eso llevará a que los comerciantes se arriesguen a volver a un barrio con vecinos de verdad. Y eso pasa por el tema del alquiler.

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