Sucesos

El conductor ebrio que mató a un joven tiene “trastorno de la memoria leve”

FOTO: EFE/ Raquel Manzanares

El conductor ebrio presunto autor de un homicidio doloso al chocar de frente con otro vehículo en 2018 tiene “trastorno de la memoria leve” según un informe posterior al incidente y realizado tras una exploración personal por una forense que ha testificado este jueves en el juicio.

La Audiencia Provincial de La Rioja ha acogido la segunda jornada del juicio con tribunal popular contra un hombre a quien la fiscal pide una pena de 13 años de cárcel como presunto autor de los delitos de conducción temeraria, conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y homicidio doloso, tras provocar la muerte de un joven de 31 años contra quien colisionó frontalmente en la carretera N-111 cerca de Nalda.

La acusación particular, ejercida por los padres y los siete hermanos del fallecido, pide una pena de 15 años de cárcel; y la defensa del acusado solicita su absolución.
La forense que ha testificado de manera telemática en esta sesión del juicio, trabajadora del Instituto de Medicina Legal de Soria, ha afirmado que, en 2021, cuando se elaboró el informe, consta que el acusado tiene “un trastorno leve de la memoria”.

Ha precisado que se trata de “una alteración del recuerdo pasado muy breve y con poca trascendencia”, que llevaba al acusado a, por ejemplo, “no recordar un bar en el que estuvo con unos amigos, pero, sin embargo, sí que recordaba experiencias vividas en vacaciones y con sus exparejas”.

EFE/ Raquel Manzanares

En el momento del reconocimiento, tres años después de la colisión mortal, el acusado “explica todo lo que ocurre” de forma previa al choque de los coches, pero no el accidente en sí, que alega no recordar, algo que, según esta forense, es posible porque tuvo un traumatismo craneoencefálico grave.

Lagunas mentales

“No hay una base científica que justifique las lagunas mentales y no consta que se hayan hecho exploraciones de memoria” al acusado, sino que en 2019, tras pasar por un neurólogo, “se le aconseja que haga ejercicios mentales, y en 2021 se insiste, pero se desconoce si los está realizando”, ha subrayado.

Además, ha recordado que el acusado, “con anterioridad al accidente, era consumidor de sustancias de abuso, entonces, bajo los efectos de las mismas, se pueden producir alteraciones cognitivas, y puede ser que por eso no recuerde determinados hechos leves y de escasa importancia”.

El acusado “recuerda perfectamente episodios muy concretos y experiencias importantes de su vida”, ha asegurado esta forense, quien ha apuntado que, según se desprende de su entrevista personal de 2021, “él minimizaba el consumo de sustancias anterior al accidente, pero abusaba de esas sustancias”.

Esta forense ha indicado que “no se puede acreditar la situación de brote psicótico antes del accidente, no figura en el informe de psiquiatría”, y ha señalado que en 2021 el acusado “estaba estudiando un curso de conserje y su rendimiento académico era normal”.

“No puedo saber cómo se encontraba el acusado antes de la entrevista o en estos momentos, ya que la exploración médico forense es para saber los datos de ese momento, en el que no se observó que tuviera discapacidad intelectual”, ha remarcado.

También ha declarado un agente de la Guardia Civil que no estuvo en el lugar de los hechos pero que firmó la solicitud que pedía la autorización judicial para hacer una prueba de alcohol y drogas al acusado, quien resultó herido en el accidente y se le trasladó al hospital, por lo que no se le pudo hacer en el momento.

“No me suena ningún caso en el que haya una custodia de los tubos de sangre (de las pruebas de alcohol y drogas) por parte de la Guardia Civil”, ha destacado este agente.

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