Deportes

El Anguiano, sin euforia anticipada: “El domingo saldremos como si fuese 0-0”

Foto: Borja Rueda

El Anguiano venció por 0-3 al Ardoi en la ida de la final por el ascenso a Segunda Federación, pero su entrenador no quiere euforias, pues queda el partido de vuelta en Isla (domingo, 17:30). “Estamos todos muy contentos. Era un partido muy complicado, un gran resultado, pero el domingo que viene competiremos igual y saldremos como si fuese 0-0. No pensamos en el ascenso. Aquí la unidad de los chavales, el trabajo y creo que lo sabrán llevar durante toda la semana. Somos un equipo humilde y maduro. Vamos a trabajar toda la semana como lo hemos hecho toda la temporada y encarar el domingo como si el 0-3 no hubiera sucedido y a ganar”.

Perfil bajo y sin ningún pensamiento más allá de ese partido: “No, no, no, no imaginamos la Segunda Federación. Sabemos cómo es el fútbol de difícil y hasta que no juguemos el partido, nada de nada. Siempre hemos ido partido a partido, eliminatoria a eliminatoria. No vamos a pensar en Segunda Federación ni nada. Hasta que no lo consigamos nada. El equipo quiere ganar el domingo”. Y además, la hinchada serrana, que ya gozó de lo lindo en Zizur, llenará Isla en un día que puede ser una fiesta. Héctor valora ese componente social: “La gente del pueblo nos apoya un montón, para nosotros es un regalo y un privilegio. Tener la oportunidad de ascender es muy bonito”.

Antes de alcanzar esta ronda, los riojalteños dejaron por el camino al Varea y a la Oyonesa para plantarse en una final que nunca han disputado en sus 29 años de historia. Un logro fabuloso que se ha visto recompensado con la renovación del entrenador: “Estoy muy contento aquí, estuve un par de años con Javi Adán como preparador físico. El club y yo estábamos súper contentos y ya sabíamos desde hace tiempo que íbamos a continuar. Estoy muy contento de estar aquí, del grupo y del ambiente que tenemos”.

Foto: CD Anguiano / Mateo celebra el gol que eliminó a la Oyonesa

Así, Urquía apunta hacia esa humildad como clave del éxito del equipo. Más todavía, teniendo en cuenta que el Grupo XVI este año ha sido más complicado, con cuatro descensos desde Segunda Federación (el Alfaro, el Arnedo, el Racing Rioja o la UD Logroñés Promesas). “Eso nos motivó para dar nuestro mejor nivel, el 200 por cien. Siempre soñamos con que llegaríamos a la última jornada en Alfaro con opciones de ascenso directo. No pensamos en hacer quintos, porque si íbamos a por esa plaza, igual no nos metíamos. Dije de primeras que teníamos que ir a dar el máximo, aunque no llegáramos. Luego llegó el playoff, seguimos currando y seguimos igual”, explica el técnico.

Héctor explica que el club se marcó el playoff como objetivo inicial de la temporada y en segundo lugar, la lucha por el ascenso: “A 31 de julio podría parecer una locura, pero teníamos ese sueño y queríamos trabajar. La motivación y los sueños son las que hacen entrenar más, superarnos más y superar cualquier adversidad. Es un ejemplo de tener buenos valores, trabajo en equipo, solidaridad con el compañero. Eso ha sido lo que nos llevado alto, la familia que hemos hecho, en el pueblo, el club como tal. Hemos ido siempre juntos, en los buenos momentos y los malos”.

Valores humanos y personales

Para Urquía, esa humildad también influye a nivel del pueblo en el escaso número de habitantes (en torno a 500), el presupuesto muy bajo u otros aspectos. Nada que ver con los filiales de esta última ronda o equipos como el Salamanca y el Toledo. “Eso nos ha hecho sacar más fuerzas, hacer cosas entre todos que suman. En el equipo, los petos los lavan los chavales. Son cosas que hacen que tengamos todavía más unión entre nosotros”, explica.

Por supuesto, en el Anguiano, como en todos los equipos de la Tercera riojana, el fútbol es un componente de la vida. “Todos los jugadores estudian o trabajan, entrenamos tres días en Pradoviejo, de 9 a 11 de la noche, en tres campos diferentes (2,4 y 6), cada día en uno. Nunca entrenamos en Anguiano, todo eso hace que cojamos nuestro carácter y nuestra dureza. Siempre sin quejarnos, aceptando lo que hay y siempre con una motivación que nos hace currar como curramos, competir como competimos y con nuestros valores como grupo, con un modelo de juego claro para ello. Las tres cosas nos llevan por el buen camino”, concluye.

Subir