Deportes

La emoción contenida del capitán: “La afición ya ha empezado el partido”

Tumbado en la camilla, al sol de mayo, fuera de la sala de fisioterapia de la Ciudad Deportiva, Iñaki, el capitán de la UD Logroñés, recibe los cuidados de los fisios de la primera plantilla. Sigue el entrenamiento desde la distancia. Es miércoles, restan tan solo cuatro entrenamientos para cerrar esta temporada, cinco días, por tanto, para jugar la final, y el capitán sabe que no estará en la banda izquierda. “Pensaba que lo estaba llevando mucho mejor”, asegura el futbolista con más partidos en la historia de la UD Logroñés. “No jugar contra el Brea o contra el Izarra, fastidia, pero lo llevas bien. Pensaba que lo llevaba bien, de verdad”. Hasta el partido de ida de la semifinal por el ascenso. “Me rompí”. Rompió a llorar. “No me podían consolar. Me vino todo el bajón. Me marché a dar una vuelta por Guijuelo para ver si era capaz de digerir esa sensación tan mala que estaba teniendo”.

Iñaki está intentando llevar lo mejor que puede su lesión en el tendón de Aquiles. Es una lesión grave, de la que se va recuperando físicamente en los plazos previstos. Una rotura de tendón que llegó en el peor momento. Cuando su equipo sabía que iba a jugar un playoff de ascenso. Lo demás ya ha llegado. Iñaki intenta aportar todo lo que sea necesario desde fuera, junto a sus compañeros. Pero el no poder estar de corto, defendiendo ese lateral izquierdo, le está erosionando anímicamente. Porque Iñaki sabe el verdadero significado de este nuevo intento de ascenso. Sabe perfectamente cómo han sido las dos temporadas anteriores, el descenso del curso pasado, aquel playoff en Ferrol… Sabe cómo fue el descenso de Segunda, todo lo que se dejó ahí para evitarlo. Sabe cómo fue jugar toda esta temporada a puerta cerrada. Sabe la cierta sensación de melancolía que se instaló desde entonces en el club, porque Iñaki sabe perfectamente cómo fue eso de no poder abrazar a casi nadie cuando se logró el hito de ascender a Segunda División.

-¿Qué daría por jugar el partido del domingo o qué hubiese dado por jugar el del pasado domingo?

-Sinceramente, mucho. Pero es cierto que tengo mucha confianza en todos los chicos y en cómo entrenan. Disfruto mucho viéndolos. Aunque los primeros partidos fueron duros porque llegó todo el golpe de realidad. No poder jugar en liga fastidia, pero al final lo que quieres es estar en días importantes. Si el día del Guijuelo me costó, creo que el domingo me va a costar aún más, y encima con todo lo que se está preparando. En mi cabeza solo hay un escenario: ganar el partido y celebrar con la gente porque es algo histórico y creo que es algo que nos merecemos todos.

-¿Qué les traslada a sus compañeros, ahora que su papel tiene que ser diferente, desde fuera del terreno de juego? Sabe muy bien lo que ha sufrido este club, tanto por la pandemia como por otras situaciones deportivas complicadas. ¿Qué les explica?

-La historia del club la conocen todos más o menos. Cuando llegas al club te informas. Aunque sí que me preguntan si alguna vez ha habido algo así. Estamos ante la posibilidad de poder ganar y ascender en el estadio, con tu gente. Esto es algo único. Hablo con los compañeros para gestionar las emociones porque creo que días como el domingo son importantes. Habrá mucha gente, familiares y amigos que quieren lo mejor para nosotros. Es importante centrarse en lo que realmente suma, que es el verde, y hacer lo que hemos hecho durante todo el año.

-Usted ha jugado partidos igual de importantes. Al final, un ascenso es un partido donde te lo juegas todo a una carta. ¿Qué punto de pasión o de tranquilidad hay que ponerle, sobre el césped, al juego? ¿Cómo se separa una cosa de la otra?

-Creo que van a partes iguales. No son excluyentes, son complementarias y necesarias. Habrá momentos en los que se necesitará esa pasión y dejarse llevar por cómo anima la gente, y otros momentos en los que habrá que tener calma con el balón y llevarlo donde nos es beneficioso. Una parte sin la otra no pueden existir en el fútbol.

-¿Cómo está el equipo desde dentro, visto por su capitán?

-Veo a este equipo con muchas ganas de remontar y de conseguir el ascenso. Estamos sorprendidos por la respuesta de la afición. Esperábamos una buena entrada. Fueron casi 11.000 personas contra el Hércules. Eso fue impresionante. Ahora, el Fondo Sur se agotó en ocho horas, y 5.000 entradas en menos de un día, 8.000, en 36 horas… es una locura. Es de agradecer. Estamos en Segunda Federación y el respaldo de la gente es significativo. La gente quiere ver al Logroñés y tiene muchas ganas de disfrutar. Nosotros tenemos que redondear una gran temporada, necesitamos un gran día, necesitamos un ascenso si es posible.

-¿Relaciona de algún modo el partido en Málaga, en La Rosaleda a puerta vacía contra el Castellón, con este momento?

-Mi cabeza lo quiere ver así. Creo que la gente tiene muchas ganas de disfrutar con nosotros. Este equipo tiene muchas similitudes con el que consiguió el ascenso. Si se puede completar con un ascenso igual que aquella vez sería maravilloso. Sentimos esa responsabilidad y creemos que lo vamos a conseguir.

-¿Qué ha hecho bien este equipo para tener una respuesta de esta envergadura?

-Lo que mejor ha hecho este equipo desde el primer día es no engañar. Este equipo no engaña a nadie, va de cara en los partidos y tiene un punto de pasión y de sentir la camiseta que llena a la gente. Los jugadores, ya sean veteranos o recién llegados, lo sienten desde el primer día. Es de agradecer. Yo, ahora desde fuera, veo cómo entrenan y juegan y es una pasada verles diariamente.

-¿Qué papel debe jugar la afición este próximo domingo?

-La afición ya ha empezado a jugar desde que se pusieron las entradas a la venta. La gente ya ha empezado el partido. El domingo va a ser un día histórico. Pase lo que pase, va a ser un día histórico y estamos convencidos de que va a ser muy feliz porque creemos que lo vamos a conseguir. Agradecemos a todos los que han comprado sus entradas y nos están apoyando. Sabemos que en los momentos difíciles del partido, la afición nos dará ese empujón necesario para conseguir el objetivo.

Subir