El Abanca Ademar vivió un final de partido de película, recuperando un punto después de una desventaja de cuatro goles en los últimos minutos, para asegurarse la quinta plaza y esperar que, una invitación de la Federación Europea, le permita volver a Europa, también en función de lo que ocurra en la fase final de la Copa del Rey.
Nadie mejor que el gran capitán, Juan Castro, en una nueva despedida de León, para poner la guinda a un partido donde el rival había mostrado su potencial y la gran segunda vuelta que ha realizado, anotando una pena máxima a falta de cuatro segundos para lograr la igualada cuando ya todo parecía perdido con el 29-33 a poco más de dos minutos para el final.
Salvo en los primeros compases, el BM Logroño impuso el ritmo que más le satisfacía con un conjunto local, diezmado por las lesiones y con jugadores renqueantes que encontraron en una defensa expeditiva el muro contra el que no encontraban resquicio.
Por contra, cuadro riojano encontraba en el extremo derecho un filón con Xavi Tua y Palomino como armas ofensivas para iniciar el despegue que no cortó Daniel Gordo con un temprano tiempo muerto, sino que la distancia se ensanchó hasta los cuatro goles (10-14).
Con la habitual magia y versatilidad del capitán Juan Castro, en una nueva despedida del equipo de su tierra -militará en el Kadetten suizo-, Ademar se reenganchó al choque hasta llegar a igualarlo (16-16), pero los de Miguel Ángel Velasco fueron capaces de tomar de nuevo la delantera para ir mandando al descanso en el marcador 17-19.
La segunda parte se mostró más igualada con Gordo apostando por el jugador más valorado de la liga, Carlos Álvarez demostrando una vez más su condición de multiusos para, desde el lateral, ofrecer la versatilidad que le han catapultado como una de las grandes sensaciones de la liga.
Con él y el capitán Castro ejercitando el liderazgo que ha ofrecido en esta nueva etapa, fueron capaces de igualar la desventaja, fundamentalmente de acierto en portería para llegar a conseguir una renta de dos goles (27-25) que, tras un tiempo muerto de Velasco, daba un vuelco espectacular con un 0-4 que devolvía la máxima renta a los riojanos.
Sin embargo, el carácter de un equipo que perderá para la próxima temporada piezas vitales como Castro, Casqueiro o Santista, junto a otros quee también fueron homenajeados al final en su despedida como Moreira y Pestana, acabó dando el punto que necesitaba en un nuevo ejemplo de inconformismo y coraje.
La ficha
33 – Abanca Ademar (17+16): Barkhordari (Álvaro Pérez); Casqueiro (5), Moreira (1), Alberto Martín (-), Castro (11, 6 p), Wasiak (1), Carlos Álvarez (8); Popovic (-), Darío Sanz (1), Santista (2) , Miñambres (1), Rodrigo Pérez (2), Pestana (1), Zapico (-).
33 – Balonmano Logroño (19+14): Palasics (Ledo); Tuá (5), Palomino (5), Uríos (1), El Korchi (4), Rivero (1), David Cadarso (9, 3 p); Modi (1), Ponciano (5), Edu Cadarso (1), Soler (-), Zaja (1), Preciado (-).
Árbitros: Jesús Álvarez Menéndez y Miguel Martín Soria Fabián. Excluyeron dos minutos a Santista y Popovic, del Ademar; Uríos (2), Modi, Palomino, Ponciano y Soler -expulsado por roja directa en el minuto 21-, del Balonmano Logroño.
Marcador cada cinco minutos: 3-2, 6-7, 7-10, 10-13, 14-15, 17-19 (descanso); 20-20, 23-23, 25-24, 28-28, 29-33, 33-33 (final).
Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima jornada de la Liga Plenitude ASOBAL disputado en el palacio municipal de deportes de León ante 2.185 espectadores.
