La cuenta atrás acelera y las hermandades de Logroño ultiman los detalles de las procesiones que, a partir del próximo domingo, impregnarán de pasión las calles de la ciudad. Y para ello, nada mejor que hacerlo con un propósito social y arrimar el hombro por los más desfavorecidos. Es lo que han hecho este domingo la Cofradía de Jesús Nazareno y la de la Flagelación, que han protagonizado sendos ensayos solidarios en favor, respectivamente, de Cruz Roja y Banco de Alimentos.
Su mecánica es sencilla: las parihuelas (estructuras sobre las que se monta el paso procesional) se cargan donativos de alimentos no perecederos para que los portadores, además de coordinar sus movimientos con la música, vayan cargando kilos de solidaridad.
La primera cofradía en ponerse en la calle ha sido la del Nazareno, que ha salido a las once de la mañana de Santiago para avanzar por Marqués de San Nicolás, Martínez Zaporta, Gallarza, Muro de la Mata, Marqués de Vallejo, Hermanos Moroy y regresar de nuevo por Gallarza, Martínez Zaporta y Marqués de San Nicolás.
Esta hermandad, formada por 250 miembros, reunió el año pasado 680 kilos de alimentos y 660 euros a través de las huchas de Cruz Roja, que además imparte cursos de primeros auxilios entre los miembros de la hermandad, a la que ha facilitado un Desfibrilador Externo Semiautomático (DESA) que “puede ser crucial en caso de emergencias médicas durante las procesiones religiosas, asegurando una respuesta rápida y efectiva ante cualquier incidente que pueda surgir”.
En el entorno de Santa Teresita la Flagelación ha llevado a cabo la quinta edición de su iniciativa ‘Échanos kilos’, que el pasado año reportó a Banco de Alimentos 732 kilos de solidaridad.
Los cuarenta portadores del paso ultiman los movimientos con los que el próximo Martes Santo mecerán las andas procesionales, en armonía con la banda de la cofradía. Son momentos de ajustar la señera forma de andar de la hermandad, cuyos cofrades cargan el paso mediante el método de la ‘molía’ jerezana.
El ensayo solidario de la hermandad ha despertado una vez más el interés de los vecinos del entorno del Parque Gallarza, en una jornada en la que meteorología constata la irrupción de la primavera.
