La Rioja

El número de mujeres en tratamiento crece un 5 por ciento en Proyecto Hombre

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y, en este marco, la Asociación Proyecto Hombre presenta a nivel nacional su nueva campaña de sensibilización #MujeresConProyecto. La campaña tiene como objetivo concienciar a aquellas mujeres que dependen del alcohol y los psicofármacos para afrontar su vida, así como dar a conocer los programas específicos que tiene la organización para atenderlas.

La entidad social responde así a un problema que ha detectado: existe un perfil específico formado por mujeres de mediana edad, con una vida estructurada, un trabajo (o no), y un estatus socioeconómico medio que abusan del alcohol y/o de los psicofármacos y lo hacen de manera “normalizada”, sin ser conscientes del riesgo que supone, ya que son sustancias legales y aceptadas socialmente.

De acuerdo con el Plan Nacional Sobre Drogas, el consumo de hipnosedantes es el único consumo de drogas en el que la prevalencia en mujeres es mayor que en hombres, cerca del doble. “Algunas comienzan este consumo tras diferentes problemáticas con sus hijos e hijas o, cuando aparecen sentimientos de soledad, de no sentirse útiles o necesarias… Otras para hacer frente a sus malestares, a sus preocupaciones o exigencias laborales… y deriva en relaciones de dependencia y abuso.

 

La culpa, el estrés, el cansancio físico y mental se convierten en factores de riesgo que pueden derivar en el consumo problemático y de riesgo de alcohol, psicofármacos y otras drogas como forma mal entendida de evasión”, cuenta Sara García, psicóloga y terapeuta del programa ambulatorio de Proyecto Hombre La Rioja.

Se trata de un consumo oculto, ligado al desconocimiento y a la consideración de su consumo como algo “normal”, especialmente entre las mujeres. A ello se añade el hecho de que no existen campañas generalizadas de prevención y sensibilización, como sí ocurre con otras sustancias y otros consumos de riesgo.

“Las mujeres tienden a silenciar o a ocultar su consumo, por lo que tardan más en pedir ayuda. La falta de apoyo socio familiar, el temor al estigma y priorizar el cuidado de los demás suelen ser los motivos para retrasar el tratamiento. En muchos casos, tienen miedo a hacer pública su adicción y suelen contar con menor apoyo familiar, económico y social”, cuenta Sara García. Según refleja la última memoria de Proyecto Hombre La Rioja, el número de mujeres en tratamiento creció un 5 por ciento de 2021 a 2022, llegando a representar el 20 por ciento.

Recurso para ellas en La Rioja

“Con esta campaña queremos llegar a las mujeres que consumen de forma normalizado y sin considerarlo un riesgo. Queremos informarles para que sean conscientes del problema y busquen ayuda en nuestro centro –explica David García, director de Proyecto Hombre La Rioja–. Aquí encontrarán un espacio de confianza y confidencialidad, un espacio seguro donde no se las juzgará y donde, a través de una intervención terapéutica-educativa integral, se les acompañará hasta conseguir un estilo de vida autónomo y saludable”.

La entidad desarrolla en la región el Programa Helena con el apoyo de la Consejería de Salud y Políticas Sociales del Gobierno de La Rioja. En él ofrece tratamientos, tanto ambulatorios como residenciales, dirigidos a mujeres con problemas de conducta adictiva, especialmente para aquellas con cargas familiares y/o gestantes; así como apoyo a las mujeres cuyas parejas sufren adicciones.

“Las mujeres con adicción soportan un mayor grado de rechazo social y tienen mayores dificultades para iniciar el tratamiento. Por eso, en Proyecto Hombre La Rioja desarrollamos un tratamiento diferenciado y específico. Entendemos que la perspectiva de género, en la que llevamos años trabajando, no es una moda sino una necesidad; una cuestión de derechos y de efectividad de las intervenciones”, afirma David García.

 

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