La calle Sagasta ya cuenta con un proyecto definitivo de remodelación, que se caracterizará por una plataforma de coexistencia por tramos en la que la prioridad será del peatón. Asimismo, la actuación se delimita por puertas de entrada en los cruces de las calles Ruavieja y Muro de la Mata, y su ejecución permitirá una renovación de los servicios.
El proyecto ha sido desarrollado en conversaciones de nivel técnico entre el Ayuntamiento y el Ministerio y contempla aportaciones recogidas en el proceso de diálogo mantenido con los vecinos de la zona. La obra se licitará con un presupuesto de 1,3 millones de euros y tendrá un plazo de ejecución de cinco meses.
El concejal de Urbanismo, Javier Martínez Mancho, ha presentado a la Junta de Gobierno el proyecto final para la remodelación de la calle Sagasta. La actuación que se ejecutará en la céntrica vía introduce una serie de modificaciones respecto al proyecto solicitado inicialmente, fruto de los análisis que se han desarrollado en conversaciones mantenidas en el nivel técnico entre las administraciones local y del Estado y de las aportaciones ciudadanas recibidas.
Plataforma de coexistencia
Manteniendo la calle como vía de conexión rodada en doble dirección, el elemento más característico de la nueva Sagasta será la ejecución de zonas con plataforma de coexistencia con un protagonismo claro del peatón, que tendrá diferentes características según tramos.
Habrá un tramo importante de plataforma única comprendido entre las calles Carnicerías y Hermanos Moroy, con prioridad peatonal y velocidad máxima limitada a veinte kilómetros por hora, con diferente pavimento entre las zonas de tráfico (con circulación en doble sentido) y las zonas exclusivas del peatón.
Otro aspecto destacado será la previsión de colocar elementos de protección, bolardos y jardineras colgantes para proteger los umbrales de los portales de los aparcamientos indebidos junto a fachadas, como un elemento más para dar seguridad a los peatones.
Puertas de entrada
La ejecución de pasos elevados en las primeras intersecciones de los accesos norte y sur a la calle, es decir, con las calles Ruavieja (Camino de Santiago) y Muro de la Mata -lo que se conoce como ‘puertas de entrada’- será otro de los elementos destacados en la intervención.
Este tipo de elemento físico insta a que los vehículos entren a velocidad reducida y actúa como ‘recordatorio’ tanto físico como visual de que los vehículos acceden a una zona singular en la que no se circula como en las vías tradicionales. También en estas intersecciones se diferenciará el pavimento de la zona permitida de circulación de vehículos de la que es únicamente para peatones.
Como medidas añadidas a las mencionadas de control de velocidad, el proyecto contempla también la colocación de cámaras y radares pedagógicos (caras sonriente y enfadada) en los accesos en ambos sentidos.
Renovación de los servicios
La remodelación de la calle Sagasta que se va a realizar próximamente aportará otra mejora relevante en la zona: se acometerá una renovación de los servicios.
Así, en lo que respecta a las redes de abastecimiento y a las acometidas domiciliarias, se sustituirán 420 metros de instalaciones de fibrocemento por nuevas canalizaciones de tubería de fundición. Por otro lado, en la red de saneamiento se renovarán las recogidas de aguas de escorrentía superficial y un pequeño tramo soterrado en la zona próxima a Rua Vieja.
En el apartado de alumbrado público, el proyecto contempla también el cambio de las luminarias a tecnología led, manteniendo desde el punto de vista estético las farolas existentes. La actuación servirá para eliminar los cruces de calzada aéreos de cables de telecomunicaciones y para incorporar nueva canalización de la red de energía eléctrica que se encuentra enterrada en la calle.
Mejoras de accesibilidad
La remodelación aportará de forma complementaria alguna mejora importante en materia de accesibilidad. Por un lado, el tramo de la calle Sagasta entre las calles Carnicerías y Marqués de San Nicolás verá ampliada la anchura de sus aceras hasta garantizar las dimensiones mínimas que marca la normativa de accesibilidad, de 1,80 metros.
Además en esta materia, los pasos de peatones existentes se adecuarán a la normativa actual, colocando pavimentos direccionales que garanticen la advertencia de su presencia para personas con dificultades visuales.
Por último, y con el fin de corregir el deterioro en la calle por las diferentes zanjas y reparaciones que ha sufrido, se realizará una renovación de la capa superficial de asfaltado en el resto de la calle, realizando saneos puntuales del firme en aquellas zonas que sea necesario.
