El Logroño La Rioja ha conseguido un claro y contundente triunfo ante el Frigoríficos del Morrazo Balonmano Cangas por 32-27, en un choque condicionado por la diferencia de diez goles conseguida por los riojanos antes del descanso.
Así, el Logroño continua con la buena dinámica con la que acabó la primera vuelta y que le ha servido para sumar su octava victoria consecutiva en la competición española.
Los riojanos tuvieron un bajó físico al final, lógico por las bajas, y eso propició que el marcador se comprimiera algo más y que el equipo gallego pudiera irse de Logroño sin la sensación de haber asistido a un “paseo” de su rival, aunque durante muchos minutos el choque fue eso.
El Logroño volvía a la competición con muchas precauciones, tanto por las ausencias como por sus errores anteriores ante equipos de la zona baja, y demostró que la mejor táctica en estas ocasiones es ser ambicioso y marcar el ritmo desde el inicio.
Porque prácticamente desde el arranque del partido los riojanos “apretaron” en defensa y salieron en rápidas contras que les permitieron despegarse ya a los diez minutos de partido (7-4) y prácticamente sentenciaron al pasar el cuarto de hora, cuando colocaron el 11-4 en el marcador.
Ya para entonces había quedado clara la superioridad de Rolando Uríos y Alves Ponciano por el centro, a la que no respondieron los pivotes gallegos (anotó 4 goles antes del descanso) y también un buen nivel de Aly en la portería, que hace días se proclamó campeón de África con Egipto en la portería y que encadenó 8 paradas en el primer tiempo.
Además, Zaja supo leer bien los huecos que dejaba el equipo gallego en esos minutos y fue otro de los responsables de ampliar la ventaja local.
Pero, en realidad, el partido era casi una “avalancha” en contra del equipo de Cangas, que no encontraba la forma de reaccionar y que casi perdió toda su ambición muy pronto, con la excepción del extremo Jenilson Varela, protagonista de varias acciones de mérito.
Con el partido resuelto, la segunda mitad fue una lucha entre la intención de “contener” de los locales y la “rabia” de los gallegos para tratar de recortar diferencias y de hacer un partido más decente que antes del descanso.
El conjunto local logró su objetivo en el primer cuarto de hora y se mantuvo por delante con rentas de diez y once goles.
Pero en la recta final las bajas (hasta cuatro jugadores de campo, además del portero Palasics) pesaron mucho a los riojanos, que trataron de administrar la diferencia en el marcador y bajaron mucho en sus prestaciones con lo que el Cangas se acercó hasta los cinco goles del marcador final.
Ficha:
32.- Logroño la Rioja (18+14): Aly (1), Martí Soler (3), Preciado (2), Alves Ponciano (4), Zaja (3), Rolando Uríos (6), Xavi Tuá (1), Romeo (p), El Korchi (4), David Cadarso (4), Palomino (1) y Eduardo Cadarso (3).
27.- Frigoríficos del Morrazo (8+19): Jorge Pérez (p), Brais González (1), Da Cruz (2), Thymann (3), Gayo (1), Toht (1), Jenilson Varela (5), Pascoal Carvalho (p), Abdelsadek (2), Martín Fuentes (2), Fodorean (1), Mario Dorado (4), Santi López (4) y Filipe Mota (1).
Parciales: 3-1, 6-4, 8-4, 13-5, 15-8, 18-8 (descanso), 20-9, 22-13, 26-16, 28-19, 31-23 y 32-27 (final).
Árbitros: Jordi Ausás y Miguel Florenza. Excluyeron por dos minutos a los locales Martí Soler y Rolando Uríos; y a los visitantes Da Cruz, Quintas, Toth y Mario Dorado.
Incidencias: Partido de la primera jornada de la segunda vuelta en la Liga Asobal disputado en el Palacio de los Deportes de La Rioja ante un millar de espectadores.
