El recelo siempre está ahí cuando llega un nuevo vecino a la comunidad. ¿En qué trabajará? ¿Será ruidoso? ¿Dará problemas? En el caso de la calle Luis Barrón de Logroño, los ‘nuevos inquilinos’ de la zona no son del gusto de nadie.
Basura y más basura, ropa y calzado repartido por la acera, colchones roídos, tablones ocupando las paredes, papeles, pañales, compresas, muebles abandonados de gente que desaloja locales… Una coyuntura que ha desembocado en la llegada de unos “simpáticos visitantes” que pasean por la calle como un transeúnte más. “Así no se puede vivir”.
“Tengo más de mil fotos del día a día de la calle, y es que esto ‘solo’ lleva pasando los últimos cuatro años”, lamenta resignado un vecino de Luis Barrón al Sereno de NueveCuatroUno.
Y es que, “pese a que he escrito al Ayuntamiento un día sí y otro también expresando el problema que sufrimos diariamente en nuestra calle, nadie ha dado ninguna solución. Está claro que esto no se permitiría en Gran Vía o en Portales”.
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