La Rioja

La Rioja, líder en empleo de personas con discapacidad

El 44,5 por ciento de las personas con discapacidad tenía empleo en 2022 en La Rioja, la comunidad autónoma que lidera la tasa de ocupación, según la estadística ‘El Empleo de las Personas con Discapacidad. Año 2022’ que ha publicado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La tasa de empleo entre las personas con discapacidad fue del 27,8 por ciento en 2022, casi un punto más que el año anterior, aunque todavía 40 puntos por debajo de las personas sin discapacidad, un dato que pone en evidencia la baja participación de este colectivo en el mercado laboral.

La estadística del INE refleja una ligera mejoría en los principales parámetros relacionados con el empleo de estas personas. Así, su tasa de empleo fue del 27,8 por ciento (del 68,1 por ciento para las personas sin discapacidad), con un aumento de 0,9 puntos respecto a 2021. El 90,4 por ciento de los ocupados eran asalariados y, de estos, el 77,8 por ciento tenía contrato indefinido.

Además, el 35,3 por ciento de las personas de 16 a 64 años con discapacidad eran activos, 0,7 puntos más que en el año anterior, una tasa de actividad, no obstante, 42,7 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.

La tasa de paro fue del 21,4 por ciento (1,1 puntos menor que la de 2021 y 8,6 puntos superior a la de la población sin discapacidad). En el año 2022 había 1.941.900 personas con discapacidad en edad de trabajar, lo que supone el 6,3 por ciento de la población total en edad laboral, y un aumento del 0,6 por ciento respecto a 2021.

De la citada población, 685.300 eran activos, un 2,6 por ciento más que en 2021, y dentro de la población activa con discapacidad se observa mayor porcentaje de hombres, más peso del grupo de 45 a 64 años y menor representación de personas con estudios superiores que en los activos sin discapacidad.

El número de ocupados con discapacidad (538.900 personas) creció un 4 por ciento respecto al año anterior, mientras que los ocupados sin discapacidad se incrementaron un 3 por ciento. En 2022 había 146.400 parados con discapacidad, un 2,5 por ciento menos que en el año anterior. Entre los parados, hay mayor porcentaje de hombres, de 45 a 64 años y de desempleados con estudios primarios y secundarios que en los parados sin discapacidad. Por el contrario, había menor representación de parados con estudios superiores y de personas de 16 a 44 años.

Las mayores tasas de actividad del colectivo de personas con discapacidad se dieron en La Rioja (44,5 por ciento), País Vasco (43,2 por ciento) y Comunidad de Madrid (43,1 por ciento). Por su parte, las menores se registraron en Canarias (26,6 por ciento), Andalucía (29,7 por ciento) y Galicia (29,9 por ciento).

Al igual que para la población general, las mujeres con discapacidad tenían menos presencia activa en el mercado laboral que los hombres (34 por ciento frente a 36,3 por ciento). En la población sin discapacidad la tasa de actividad masculina superó a la femenina en casi 10 puntos. La tasa de empleo de los hombres con discapacidad superó en 1,5 puntos a la de las mujeres, mientras que en la población sin discapacidad esta tasa superó a la femenina en 11,3 puntos.

Por su parte, la tasa de paro de las mujeres con discapacidad fue inferior a la de los hombres en más de un punto, mientras que para las mujeres sin discapacidad fue mayor en 3,7 puntos. Las mayores tasas de actividad se dieron en el grupo de 25 a 44 años y los mayores descensos en las tasas de paro se dieron en el grupo de 16 a 24 años, que se redujo 11,2 puntos.

La participación laboral está muy determinada por el tipo e intensidad de la discapacidad. De esta manera, la tasa de actividad para el grado de menor intensidad fue del 54,7 por ciento y disminuyó hasta el 12,6 por ciento para el grado superior. Las personas con discapacidad auditiva presentaron las mayores tasas de actividad (61,2 por ciento) y las menores fueron para las que tenían discapacidad Trastorno Mental (29,2 por ciento).

La mayoría de los trabajadores con discapacidad eran asalariados, tenían contrato indefinido, jornada completa y desempeñaban su actividad en el sector Servicios.
Así, el 90,4 por ciento de las personas trabajó como asalariado y el 77,8 por ciento de los que trabajaban por cuenta ajena tenía contrato indefinido. El 81,9 por ciento de los ocupados trabajaba a jornada completa y el 80,6 por ciento desempeñó su actividad en el sector Servicios.

Reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización, las políticas más efectivas

Entre las políticas destinadas a fomentar la actividad laboral del colectivo, el INE destaca las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización, así como la modalidad de contratación específica para trabajadores con discapacidad que, además de conllevar bonificaciones en las cuotas, contempla determinadas subvenciones. El 23,6 por ciento de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en 2022 tenía algún tipo de reducción o bonificación en las cotizaciones y el porcentaje de asalariados con la modalidad de contrato específico de discapacidad fue del 23,6 por ciento.

Las reducciones y bonificaciones en las cuotas de cotización y la contratación específica beneficiaron, sobre todo, a la población masculina, al grupo de edad de 16 a 44 años, a los grupos de discapacidad asociados a deficiencia Intelectual y Física y otras, y a las personas con grado de discapacidad del 75 por ciento o más. Además, de cada 100 personas en edad laboral, 12 percibieron una prestación social pública durante 2022. En el caso específico de las personas con discapacidad, el sistema público de prestaciones benefició a 1.289.500. De ellas, 262.600 eran activas.

Subir