Un total de 851 agricultores de frutales y frutos de cáscara de La Rioja recibirán 654.559 euros en concepto de ayuda extraordinaria para compensar por la situación debida a la sequía y a las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha adelantado este viernes la primera resolución de concesión de estas ayudas, que repartirá 70 millones de euros entre casi 65.000 fruticultores.
“Serán perceptores 64.660 productores por un importe de 70.321.240 euros. Creo que es una excelente noticia y quería aprovechar para hacerla pública”, ha expresado el ministro a la prensa tras mantener una reunión con Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Estas ayudas se abonan con cargo a la reserva de crisis agrícola que España obtuvo de la Unión Europea y el listado completo de beneficiarios va a ser publicado esta jornada por el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), ha abundado el ministro.
En total, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) dispone de más de 81 millones de euros para ayudar a estos productores en función del grado de afectación de la sequía que sufran sus explotaciones.
El MAPA publicó el primer listado provisional de beneficiarios el pasado 2 de noviembre.
Los casi 65.000 productores a los que ya se les concede la ayuda son aquellos que no presentaron ninguna alegación al listado provisional y tenían todo en orden.
Los importes serán ingresados en las cuentas corrientes de los agricultores antes de que acabe el año, ha informado el MAPA en un comunicado.
Aquellos titulares a los que no se les ha realizado el pago por no estar al corriente de sus obligaciones tributarias o con la seguridad social disponen de un plazo máximo de un mes para subsanar esta situación y poder así recibir la ayuda, ha detallado el Departamento.
En el caso de aquellos titulares que han presentado alegaciones que tienen que ser estudiadas con más detalle, éstas han sido remitidas a las comunidades autónomas para su análisis y posteriormente se procederá a la resolución de estas y, si procede, al pago de la ayuda correspondiente.
Criterios para la concesión de las ayudas
Esta ayuda se estableció mediante real decreto el pasado 11 de mayo como una medida urgente en materia agraria y de aguas en respuesta a la sequía y al agravamiento de las condiciones del sector primario derivado del conflicto bélico en Ucrania y de las condiciones climatológicas.
Se concede de oficio a las superficies de frutales (frutales de pepita, de hueso, tropicales y/o cítricos), y/o de frutos de cáscara que hayan percibido ayudas directas en la campaña de la Política Agraria Común (PAC) 2023 y que se encuentren ubicadas en las zonas de afectación de la sequía establecidas orden ministerial del pasado 20 de julio que desarrolló este real decreto.
Así, esta orden diferenció una “zona de afectación alta”, en la que se circunscriben las provincias de Álava, Almería, Barcelona, Enclave de Treviño en Burgos, Girona, Granada, Huesca, La Rioja, Lleida, Málaga, Navarra, Tarragona, Teruel y Zaragoza.
Y, por otro lado, una “zona de afectación media”, correspondiente a las provincias de Albacete, Alicante, Badajoz, Cádiz, Cáceres, Ciudad Real, Castellón, Córdoba, Cuenca, Guadalajara, Huelva, Jaén, Murcia, Sevilla, Toledo y Valencia/València.
Para las explotaciones que cuenten con la mayor parte de su superficie de frutales y frutos de cáscara declarada en la campaña 2023 en las provincias recogidas dentro de la zona de afectación alta, el importe unitario es de 270,9 euros por hectáreas para frutales y 90,6 euros por hectárea para frutos de cáscara.
Para las explotaciones que cuenten con la mayor parte de su superficie de frutales y frutos de cáscara declarada en la campaña 2023 en las provincias recogidas dentro de la zona de afectación media, el importe de ayuda es de 135,4 euros por hectárea para frutales y de 45,3 euros por hectárea para frutos de cáscara.
Se conceden ayudas cuando el importe a percibir resulte igual o superior a los 200 euros, y hasta un máximo de 70 hectáreas por beneficiario, en las que se prioriza la superficie de frutales.
