El BM Logroño se despedirá este martes como local de la Liga Europea, salvo que se obre un milagro a su favor que pasa, en cualquier caso, por ganar al potente Silkeborg danés con un marcador abultado.
Tras caer la semana pasada ante la Vojvodina los riojanos dejaron de depender de sí mismos para pasar de la fase de grupos y, en realidad, sus opciones pasan por ganar él sus dos partidos, con marcadores amplios, y que los serbios encajen sendas derrotas, lo mismo que el Silkeborg.
Así las cosas, de momento el Logroño tiene que pensar en ser mañana el mismo equipo que juega en Asobal y que parece tener una confianza inquebrantable en su ataque; eso sí, debe evitar as lagunas defensivas que le han lastrado en la competición continental.
Enfrente, además, tendrá a uno de los candidatos a ganar la competición, el Silkeborg, que lidera el grupo igualado con la Vojvodina, aunque ha exhibido una potencia goleadora mayor; destaca, sobre todo, con la efectividad del sueco Hallaback y los daneses Boldsen y Nielsen, por los que pasa el ataque de su equipo junto al macedonio Djnov.
En la ida los daneses ganaron el partido por un contundente 34-25, lo que no solo acredita la dificultad del choque para el Logroño, sino que le marca una obligación de lograr un resultado casi milagroso para no quedar eliminado a una jornada del final de la fase de grupos.
